¿Es posible en Río Negro la transformación del Estado?

Nota de Opinión

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Es real que estamos transitando una época caracterizada por la alta incertidumbre, deterioro social y una violenta turbulencia social, pero la misma también contiene un sinnúmero de oportunidades, riesgos y opciones complejas.

Existe un marcado consenso social en la necesidad de cambios, pero el verdadero desafío se basa en lograr que esos cambios consoliden la democracia, promuevan el desarrollo económico y propicien una mejor distribución del ingreso.  La búsqueda de una nueva relación entre Estado y sociedad civil se hace necesaria a fin de vencer la dicotomía que separa lo privado de lo estatal, creando la dimensión de lo público como un espacio donde se asegure una mayor información participación y descentralización.

Hoy, la grave situación por la que ha atravesado y aún atraviesa el Estado Rionegrino es una expresión de la caducidad de un sistema organizativo y de gestión que se asienta sobre un modelo cultural que los sustenta.

Hoy se impone pues un rediseño integral del Estado para lo cual, no basta con una decisión política, sino que esta transformación debe asentarse sobre una base de consenso social convertido en acuerdos específicos de cada uno de los sectores que lo componen.

Desde UPCN se ha comprendido la necesidad de ser protagonistas de esos cambios convirtiéndonos en actores decisivos a la hora de construir la factibilidad y viabilidad necesarias.

El modelo de transformación del Estado que impulsamos desde el gremio se sustenta en la búsqueda de la eficiencia, garantizando la equidad con un enfoque profundamente humanista, con una metodología participativa. Esta debe darse en el sector de los trabajadores y en especial de los usuarios de los servicios o sea en la comunidad.

Surge aquí el primer interrogante ¿Qué posibilidades de éxito tiene el llevar adelante un desafío con características claramente contrapuestas al modelo diseñado por el poder económico internacional que trata de acorralar a los estados provinciales imponiendo la búsqueda a ultranza de la eficiencia sin tener en cuenta el elevado costo social y sin considerar a la persona humana como centro de la transformación?

¿Cómo concretar para esta transformación, una metodología participativa, cuando se profundiza la cultura individualista, cuando la realidad de exclusión social de grandes sectores es una consecuencia del modelo neoliberales?

¿Hoy esta metodología puede concretarse posibilitando la participación tanto de los clientes del Estado para que digan que servicios quieren, como de los trabajadores técnicos y profesionales para que expresen cómo es la mejor forma de prestar los servicios?

Ante un contexto condicionado por la lucha ideológica entre los defensores de un paradigma neoliberal que por sus altos niveles de exclusión resulta inviable y por otro lado quienes piensan que este país sale delante de la mano de los trabajadores, la producción y el trabajo ¿Qué potencialidad tiene la sociedad rionegrina para lograr la transformación del Estado actual en un nuevo modelo?

En este contexto condicionado por variables preestablecidas e impuestas por los grupos económicos dominantes ¿Qué potencialidad tiene la clase trabajadora para ser motor de la transformación?

La respuesta a estos interrogantes se encontrará en el análisis de las relaciones de poder de los grupos sociales. Se trata de construir en Río Negro la viabilidad a través de la consolidación de una base social donde cimentar la propuesta.

Esta viabilidad depende no solo de los valores, sino también del juego de los actores y de la elaboración de un plan estratégico para amalgamar alianzas, contrarrestar corrientes opuestas, establecer pactos y construir la factibilidad.

Esta base de sustentación debe consolidarse en el seno de la comunidad, con la clase del trabajo y la clase política, basada en principios y valores supremos, sostenidos por la grandeza y la solidaridad y asumiendo la necesidad de cambio.

Así aparecen los verdaderos desafíos en relación con la necesidad de que se comprenda que la transformación del Estado no es solo un problema del Gobierno y del sector de los trabajadores públicos, ya que estas transformaciones tienen como razón de ser a la sociedad y la involucran directamente.

La clase política deberá abrirse a un juego participativo, alejarse de las defensas de intereses circunstanciales y constituirse en la expresión de la sociedad. Se impone una nueva forma de hacer política que no priorice los mecanismos asistenciales, dándoles su justa dimensión coyuntural; sino que su actividad se centra en un rol facilitador de la organización de las comunidades.

El protagonismo del sector trabajador se dará cuando pueda trascender la visión corporativa y reivindicativa a ultranza y entienda que su verdadera realización está en brindar una respuesta eficiente a las necesidades de la gente.

La peor de las equivocaciones es no hacer; continuar repitiendo errores en el camino es el camino más seguro hacia la autodestrucción.

Estas razones han impulsado a esta organización gremial a ejercer un protagonismo y a volcar todos sus esfuerzos en pasar de un rol de protesta a uno de propuesta constructiva, siendo conocedores de los riesgos y los costos que eso significa.

El objetivo vale la pena, es por ello que la construcción como un modelo dominante nos exige que toda la sociedad se convenza de que el éxito depende de la suma de voluntades y la participación.

La transformación del Estado Rionegrino debe hacerse a partir de la redefinición de un nuevo orden de valores y principios, es decir que el enorme desafío se basa en construir un nuevo paradigma que tome del Estado de bienestar la búsqueda de la equidad y del paradigma neoliberal la revalorización del concepto de equilibrio presupuestario.

Se trata de convertir los procesos, para prestar mejores servicios con eficiencia en el gasto. Para poder realizarlo tiene que cambiar el papel asistencial del Estado para tener políticas preventivas adoptando una forma organizativa que permita adaptar los servicios a las necesidades cambiantes de los diversos grupos sociales y respetando la idiosincrasia de cada una de nuestras regiones.

En este desafío se inscribe la propuesta de transformación desde la UPCN Seccional Rio Negro para lograr una verdadera construcción colectiva potenciando las capacidades de los distintos sectores de la sociedad rionegrina.


UPCN Río Negro

La responsabilidad de ser mayoría


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