El director de Capacitación y Perfeccionamiento de la Policía de Río Negro, Gustavo Llanqueleo, confirmó que el domingo una cadete de la Escuela de Oficiales de Viedma tomó contacto con las autoridades de turno dando cuenta de haber sido abusado por otro integrante de la institución. La joven relató que se juntó en casa de un cadete con otros desde donde concurrieron a un local bailable. Luego, en la madrugada, “se sintió descompuesta y cuando se levantó constató que tenía su ropa interior dado vuelta por lo que tuvo la presunción de haber sido víctima de una hecho de abuso”, explicó el jefe policial.

Por ello, se conformó una comisión a cargo de una oficial de servicio y se dio intervención a la Comisaría de la Familia.

La estudiante identificó al posible autor, que en la tarde - noche del lunes fue notificado de la imputación judicial, desafectado del curso y además se pidió la suspensión preventiva de cadete.

Llanqueleo indicó que esa noche “se juntaron cadetes de ambos años, unos diez, pero la imputación fue sobre una sola persona que es a quien se le iniciaron las medidas administrativas”.

Aclaró que “no tenemos mucha información porque hay que resguardar a la víctima para no revictimizarla. Todo lo expresó ante la Justicia”.

Enfatizó que la joven “puso en conocimiento a la Escuela pero no ocurrió en la Escuela, sino cuando estaban en franquicia”.

Llanqueleo se mostró sorprendido por la repercusión mediática y la vinculación con el caso Mandagaray “porque en realidad en esta ocasión, aunque se trata de estudiantes de la Institución, la escuela de Cadetes no tiene nada que ver”.