Los gobernadores provinciales se retiraron este lunes sin respuestas de la reunión convocada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde reclamaron al Gobierno nacional la coparticipación de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y otros fondos retenidos. La tensión escaló tras la negativa de los funcionarios enviados por Javier Milei, que rechazaron las propuestas sin ofrecer alternativas.

“Se roba los ATN”, fue una de las frases más duras que se escuchó al cierre del encuentro, donde los mandatarios apuntaron directamente al Presidente por la falta de voluntad para discutir el reparto de fondos que —afirman— les pertenecen a las provincias. La propuesta de los gobernadores incluía coparticipar el 50% del remanente de ATN y eliminar los fondos fiduciarios, iniciativa que no fue respondida por los representantes de la Casa Rosada.

En la reunión participaron el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, enviado por el ministro Luis “Toto” Caputo, y el vicejefe de Gabinete, Lisandro Catalán. Ambos fueron acorralados por los gobernadores, que cuestionaron la falta de respuestas y advirtieron que la situación está afectando seriamente a las economías locales.

“No pedimos más plata, sólo que se discuta la distribución de lo que ya existe”, expresó uno de los mandatarios. Además, insistieron en que lo planteado no compromete las metas de superávit fiscal, pero aun así encontraron una negativa total del Gobierno.

El enojo traspasa las fronteras políticas. Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán y hasta ahora aliado del oficialismo, fue tajante: “Milei no va a poder gobernar si no incluye a las provincias”. Lo propio expresó el santafesino Maximiliano Pullaro, que advirtió que el país no saldrá adelante “con capital financiero y criptomonedas”, y el rionegrino Alberto Weretilneck, quien acusó al Presidente de desconocer y no preocuparse por el interior del país.

Otra fuente de conflicto es la recaudación del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que por ley debería destinarse a la reparación de rutas del interior. Sin embargo, las provincias denuncian que esos recursos son retenidos por Nación, a pesar del deterioro vial y los siniestros que se multiplican.

La reunión coincidió con declaraciones del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que en tono desafiante declaró: “No hay ninguna posibilidad de que el presidente Milei y el ministro Caputo cedan un ápice en el superávit fiscal. Podrán venir los 24 gobernadores a plantearnos, y cualquier ley que quiera alterar eso será vetada”.

Frente a ese mensaje, algunos gobernadores —incluso los cercanos al oficialismo— ya analizan sumar sus votos en el Congreso para blindar el reciente aumento a los jubilados, en una señal directa de distanciamiento político con la Casa Rosada.

Por ahora, las provincias y Nación quedaron en seguir negociando, aunque en un clima de creciente desconfianza. Los mandatarios provinciales insisten en que el Gobierno debe reconocer la legitimidad de los fondos que reclaman, y advierten que el actual modelo económico está llevando a una crisis de gobernabilidad.