Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).

Por Omar "Pocho" Lehner

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El artículo 38 de la Constitución Nacional establece que “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático.”.

Luego expresa que la Constitución garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos.

La Ley n° 26.571 que impuso el sistema de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias ha debilitado el rol constitucional asignado a los partidos políticos.

Esta situación es fácilmente comprobable si se advierte la escasa o nula actividad de los partidos políticos, más allá de la, también escasa, que genera en tiempo de elecciones.

Como primera crítica merece señalarse que las PASO permite que la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, que conlleva implícitamente una orientación programática, puede resolverse con el voto de personas totalmente ajenas a esos partidos, e inclusive con ideas opuestas a sus principios fundantes.

La selección de los representantes de los partidos políticos en cargos electivos y la orientación que esos partidos asuman según como actúen esos representantes debiera ser un deber y un derecho exclusivo de sus afiliados, en elecciones internas reservadas a ellos.

Si así fuera, los dirigentes políticos tratarían de sumar la mayor cantidad de afiliaciones posibles para sostener sus pretensiones dirigenciales y electorales.
Como los cargos electivos son elegidos por la ciudadanía en general, estén o no afiliados a los partidos en cuyas PASO vayan a votar, no interesa tanto sumar afiliaciones.

Aunque no sea el único factor, la decadencia de la actividad sostenida, de las reuniones, de las convocatorias, de la formación de cuadros responde a esta despreocupación por la militancia partidaria que es evidente en todos los partidos políticos, si comparamos el movimiento actual con relación a lo que sucedía en años anteriores.

El nuevo sistema procuró reducir el número de partidos políticos por considerar excesivo el universo de lo que para nuestra Constitución son “instituciones fundamentales del sistema democrático”.

No advierto cuál es el problema de que existan muchos partidos políticos, aunque algunos carecieran de un importante padrón de afiliaciones.
Este requisito ha hecho desaparecer varios partidos políticos y en mi opinión contradice la norma constitucional que garantiza expresamente la representación de las minorías.

Las PASO actúan como filtro por cuanto exigen un porcentaje mínimo de votos para que un partido pueda participar de las elecciones generales.

Una interpretación deformada del objeto de las PASO es darle a sus resultados más importancia de su objeto; poder participar en las elecciones generales y decidir quienes representarán a un partido si se postula más de una persona para el mismo cargo.

Según la suma de votos obtenidos por los candidatos de cada partido en estas elecciones primarias, las noticias dicen qué partido es ganador o perdedor, como si los sufragios definieran estos resultados.

Se toman como una encuesta anticipada, con un fuerte sesgo que impacta en la ciudadanía y talvez para un sector del electorado influya en las decisiones para las elecciones generales que son las únicas que definen las representaciones políticas, distorsionando el voto que pudiera emitirse si los candidatos surgieran directamente de la voluntad de los partidos políticos según el apoyo logrado de sus afiliados.

Cerca de los procesos electorales pendientes en varias provincias y los de las autoridades nacionales, se advierte la complicación que los partidos políticos sufren para resolver sus estrategias en las PASO, si presentar varias candidaturas que compitan suma o resta, o si conviene evitar esa competencia y presentar una opción única.

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