Niño fallecido tras ser atropellado: “Esto no fue un accidente, esto fue un asesinato”

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El niño de 12 años de edad resultó muerto la semana anterior tras haber sido atropellado por un vehículo que conducía una mujer de 58 años. El hecho ocurrió poco después de las 21 horas y el pequeño falleció en el hospital Artémides Zatti por las heridas recibidas.

Al respecto, al papá del chico, Carlos Salicioni, expresó que “estamos devastados, destruidos, queremos que no se deje de hablar de mi angelito porque ya no se habla más, esto no fue un accidente, esto fue un asesinato”.

Asimismo dijo que “mi hijo, en el momento del hecho, ve el auto que viene circulando a más de 30 kilómetros por hora adentro de la ciudad, más en un lugar en Las Heras 1271, una calle doble mano que hay autos estacionados a doble mano, y queda un trecho de dos o tres metros. Mi hijo sale corriendo, supuestamente, se para shockeado, se resbala y lo pasa por arriba, con las ruedas de delante y de atrás”.

“Para a los 20 metros, esta señora asesina, Hilda Pailemán de Gordilo, diciendo que pisó un perro, y queriéndose dar a la fuga. Un Ford Ka blanco, de los chiquititos, que cualquier persona que maneja sabe que se puede maniobrar para un lado o para otro, darte contra un auto, pero no pasármelo por arriba así a mi hijo”, agregó.

También indicó que “era un nene de 12 años, no estaba jugando a la pelota en la calle, no estaba andando en bicicleta, como he escuchado cada cosa. La gente habla desde la ignorancia sin pensar en el dolor que tiene una familia entera. Estamos devastados”.

Además señaló que “hay testigos, ahora van aparecer miles de personas diciendo que vieron algo. Pero gracias a dios y a mi hijo, hubo gente que vio exactamente cómo sucedieron las cosas. Está caratulado como homicidio culposo, eso es sacar el carnet de conducir durante cinco años, después alguna pena en suspenso”.

A su vez sostuvo que “es un momento desgarrador, es una familia destruida. Tengo dos nenitas, dos hermanas de él, de siete y 10 años, que eran sus ojos, están devastadas. Por eso digo que el dolor es doble, no es tan solo la perdida de mi angelito sino que también es ver el sufrimiento de las dos hermanitas de él”.

Más adelante comentó que “no doy abasto porque paso de un extremos al otro, no quiero de mis hijas me vean mal. Después las cosas que se hablaron que destruimos el hospital. Lo único que se rompió en el hospital, que se entere toda la gente que habló tanta cantidad de pavadas, se rompió la puerta porque mi mamá cuando pasa esto estaba en el campo”.

“Ella llega, lamentablemente la noticia ya estaba, y escuchaba mis gritos y de mi señora desde adentro desgarrado, queriendo ingresar, y tres o cuatro policías diciéndole que no podían ingresar a la abuela y al abuelo del nene. A todo esto se le reiteró que los dejaran pasar por favor, y en un momento patearon la puerta, y entraron con puerta y todo”, agregó.

Con respecto a la atención sanitaria, consideró que “la contención que tuvimos con mi familia nos la dio la policía, estábamos rodeados entre 15 y 20 policías, nunca tuvimos contención psicológica, nunca se acercó nadie. Lo que es Salud no se acercó nadie. He tenido apoyo porque soy empleado del Ministerio de Gobierno”.

Entonces relató que “la ambulancia tarde entre 20 y 30 minutos para llegar al lugar del hecho, cuando llega me subo con mi hijo, me encuentro con el doctor y el enfermero. La ambulancia tiene una cajonera como para socorrer a las personas en un caso así, supongo, y al querer abrir los cajones al sacar no sé qué, algo para revivirlo,  se encuentra con todos los cajones cerrados. No pudieron usar nada”.

“Para lo que me sirvió la ambulancia fue de remise, quizás no pudieron hacer nada pero quizás sí. Yo pudiera haber agarrado a mi hijo media hora antes, lo hubiese subido a cualquier auto y lo llevaba yo”, aseguró.

El papá de la víctima expresó que “lo que quiero que quede bien en claro, que esto se pudo evitar, y si se pudo evitar, no fue un accidente”.

Luego indicó que “hay versiones que venía hablando por teléfono, otras que venía fuerte. Es un lugar que no se puede circular a más de 20, pero insisto en lo estrecha que queda la calle con los autos que quedan estacionados de los dos lados”.

Además contó que “se quiso ir, la pararon los vecinos. No sé si se bajó. Me dicen los vecinos que se bajó diciendo que preguntando si pisó un perro”.

Por último manifestó que “en este caso testigos pero que vieron realmente lo que pasó, porque aparece gente que estaba a 50 o 100 metros que vio pero no sirve. Sirve la gente que conoce el lugar del hecho y que vio como estaba todo, se da cuenta que era evitable, y al ser evitable no era evitable. La palabra accidente me da mucha bronca”.

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