Travesti tomó rehenes y asesinó una bioquímica en una clínica de Cipolletti

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La agresora entró al centro de salud privado alrededor de las 8.30. Como ya conocía el lugar, subió por el ascensor hasta el segundo piso donde está la Terapia Intermedia, se atrincheró a fuerza de disparos y tomó de rehenes al personal y a los enfermos del área.

La tensión dentro de la clínica fue mayúscula porque la travesti, identificada como Héctor Ruiz, de Neuquén, efectuó a 39 disparos con un revolver calibre 32 y tenía municiones para seguir así varias horas más. El sanatorio tuvo que ser parcialmente evacuado desde el segundo piso mediante la escalera de la autobomba de los Bomberos.

Exigía que un médico, al que responsabilizó por presunta mala praxis, le pidiera perdón públicamente. Su madre había sido derivada del hospital Castro Rendón hacia la clínica cipoleña donde fue sometida a una operación cardíaca. Luego regresó a Neuquén donde, a los pocos días, sufrió una descompensación y está internada en grave estado.

En un momento, cerca de una hora y media después, pidió que un canal de televisión emitiera en directo al médico pidiéndole disculpas. El profesional accedió a la solicitud aunque ningún medio televisivo pudo garantizar la salida en vivo porque no contaban con los elementos necesarios para hacerlo.

Casi cuatro horas después del inicio de la tragedia, Ruiz se percató de que en la zona del laboratorio estaba gravemente herida una empleada. En ese instante volvió donde se encontraba el mediador de la Policía, anunció que estaba la chica lesionada y tiró el revolver. El grupo especial de la policía COER redujo a la agresora y la condujo esposada y en silla de ruedas a la salida por la calle Yrigoyen.

La gente que se había agolpado frente al edificio, sobre Mengelle quiso abordarla en medio de insultos, la Policía lo impidió y eso generó más bronca, en una sociedad que aún está tocada por el crimen de Claudio Araya a manos de un suejto que estaba preso y gozaba de salidas transitorias.

La técnica bioquímica, cuyo nombre es Carla Milla, fue rápidamente asistida en la clínica pero murió en el quirófano. Hubo gran cantidad de personas en inmediaciones de la clínica, preocupada por el estado de los pacientes internados.

El juez Santiago Márquez Gauna, que participó de las negociaciones desde el primer momento, dijo que podría haberse transformado en una tragedia aún mucho mayor. Lo mismo opinó el recién asumido Jefe de Policía, Fabián Gatti, que adujo a un milagro el hecho de que no hubiera más heridos.

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