Actividad física: los riesgos de la sobreexigencia

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La participación deportiva y la actividad al aire libre son importantes para la salud de los niños. Les enseña disciplina, habilidad para relacionarse con otras personas y técnicas para solucionar problemas. Los deportes preparan a los niños para lograr éxitos en un mundo competitivo. Lo contraproducente es que esta experiencia se puede ver disminuida por la ambición de algunos padres, entrenadores agresivos y opciones limitadas, cuando el niño se encuentra presionado, para practicar un deporte para que tenga poca aptitud, con lo cual consigue pobres rendimientos, se siente molesto y su autoestima se ve dañada. La actividad física de niños y adolescentes sin supervisión de adultos responsables (padres y entrenadores)  son perjudiciales y pueden producir lesiones por sobreuso, ya que en estas edades nos encontramos con deportistas con distintos niveles de entrenamiento y, en especial, con diversos niveles de maduración (e inmadurez) ósea. Padres e hijos ignoran, con frecuencia, los riesgos de lesiones en el deporte, ignorando que las más importantes pueden producir incapacidad a largo plazo. El número de lesiones varía de un deporte a otro. Estas y su gravedad aumentan con la edad. Un niño pequeño no tiene ni la velocidad ni la masa para sufrir una lesión grave. Los varones padecen más lesiones que las niñas. Las incapacidades a largo plazo pueden verse 20 años después, cuando es la época laboral más activa de un adulto. La prevención depende de factores ambientales y factores individuales.
Factores ambientales, regulación térmica, los niños transpiran menos que los adultos lo cual los expone más comúnmente a un sobrecalentamiento, por lo cual los ambientes fríos son más adecuados para las actividades deportivas. Eso sí, se debe evitar un abrigo excesivo y una exposición prolongada al sol y se debe insistir en la ingestión adecuada de líquidos. La superficie de juego debe ser lo más amortiguada posible. El equipo debe ser de talla adecuada y estar en buen estado.
Factores individuales, es importante contar con equipos protectores, como cascos, protectores de cara, boca y sitios vulnerables del cuerpo. Un calzado apropiado que proporcione amortiguación y tracción. También se aconseja una preparación adecuada para mejorar resistencia y flexibilidad.
Tipos de lesiones, las lesiones de sobreuso más frecuentes son;

  • A- Rodilla del corredor: Se produce por desequilibrio entre entrenamiento y descanso. Produce dolor en la región lateral de la rodilla. Se presenta al trotar en el inicio, durante o después del trote. Cede al terminar la actividad.
  • B- Rodilla del saltador: Produce dolor en zona anterior de la rodilla, en la parte más inferior de la rotula, originad por entrenamiento no adecuado (calzado no adecuado, falta de elongación o falta de descanso).
  • C- Síndrome de Osgood Schlater, origina un dolor en la inserción inferior de tendón rotuliano, producido por las mismas causas que la rodilla del saltador pero en edades más tempranas. Se manifiesta por una protuberancia por debajo de la rodilla (sobrehueso).
  • D- Enfermedad de Sever, crea un dolor e inflamación en la región posterior del talón, en la inserción inferior del Aquiles, producido por falta de elongación de los músculos de la pantorrilla (gemelos y soleo).

Los deportes en niños y adolescentes tienen aspectos positivos físicos y psicológicos ya que les ayudan a la adquisición de forma física, habituación al aire libre, corrección de defectos físicos, maduración  psicológica , producción de satisfacción. También, asimilación de éxitos y frustraciones, contacto interpersonal, integración social y adaptación al juego interpersonal. La obesidad afecta a un importante subgrupo de esta edad y un escaso grado de actividad física es un factor predisponente  a la excesiva acumulación  de grasa. La participación deportiva debería suponer diversión, dando al niño oportunidades de ser creativo, de poder competir en el deporte que mejor se adapte a sus habilidades innatas.

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