En el marco de la causa por el asesinato de Jonathan Caracciolo, ocurrido hace más de dos años en el barrio Mi Bandera, se realizó la tercera audiencia preliminar previa al juicio oral. Caracciolo recibió un disparo en el pecho mientras se dirigía a comprar pan, en un hecho vinculado a una bala perdida. Su esposa, Angélica Riquelme, aseguró que se presentaron las pruebas de ambas partes y que ahora resta que la Justicia defina la fecha del debate.

El acusado, identificado en la causa, permanece imputado por el hecho y, según señaló Riquelme, las pericias revelaron restos de pólvora en su mano. “Las pruebas indican que fue él, pero si no lo es, seguiremos buscando al culpable. La justicia lo determinará”, afirmó. La mujer relató que durante las audiencias el imputado sostuvo su inocencia, postura que también mantiene su defensa.

Riquelme describió el impacto que tuvo el crimen en su vida y en la de su hijo, que tenía apenas dos años al momento del hecho. “Aprendemos a vivir con el dolor. Mi hijo a veces no se acuerda de su papá, pero cuando lo nombran o llega el Día del Padre, vuelve a preguntar por qué no está. Es difícil encontrar las palabras”, contó.

Sobre el trabajo judicial, destacó el acompañamiento de su abogado Favio Igoldi, de los fiscales y el aporte de nuevos testigos, que se presentaron de manera voluntaria poco antes de cumplirse dos años del crimen. “Eso me alegró, porque significa que la gente toma conciencia de que esto sigue pasando en el barrio”, señaló, aunque advirtió que las detonaciones de armas de fuego continúan siendo frecuentes en la zona.

En relación al juicio, Riquelme explicó que se labrará un acta para luego fijar la fecha de inicio del debate oral. “Espero que sea pronto”, dijo, y remarcó que continuará movilizándose y pidiendo justicia por su esposo.