El pasado jueves, un grupo de organizaciones sociales junto a la UTEP y MTE se autoconvocaron en la sede de Desarrollo Social del Municipio de Viedma. El objetivo era entablar un diálogo con el Secretario de Desarrollo e Integración Social, Mario Sánchez, para abordar la situación crítica que enfrentan los comedores y merenderos de la ciudad.

Consideran que “la situación es alarmante: la inflación descontrolada y el aumento constante de los precios han generado largas filas de familias en búsqueda de un plato de comida. Desde la asunción del nuevo Gobierno, sin explicaciones claras por parte de la Ministra Petovello, se han producido suspensiones abruptas de las prestaciones alimentarias por parte del Estado nacional. Ante la falta de respuestas, las organizaciones sociales se ven obligadas a tomar medidas urgentes para garantizar la alimentación de cientos de niños, niñas y familias enteras que dependen de estos espacios”.

Durante la reunión con el funcionario municipal, se expusieron las necesidades básicas para mantener abiertos estos lugares vitales para la comunidad. Se destacaron los siguientes puntos:

Aumento de la Tarjeta Alimentaria: Los montos asignados a los comedores y merenderos se encuentran congelados desde octubre de 2023, a pesar de que la inflación en la Región Patagónica ha alcanzado un 83% en el mismo período. Se solicitó un ajuste acorde a la realidad económica actual.

Garrafa social: Ante el aumento desmedido del precio del gas, se requiere garantizar un suministro regular de garrafas para la cocina en cada espacio comunitario.

Problemáticas asistenciales: Las organizaciones sociales están desbordadas por la falta de respuesta del Estado ante la creciente demanda de ayuda alimentaria. Se hizo hincapié en la necesidad de encontrar soluciones conjuntas para atender a todas las familias en situación de vulnerabilidad.

El secretario se comprometió a evaluar cada uno de estos puntos y prometió una respuesta para la próxima semana. Además, se acordó mantener una mesa de trabajo continua para abordar estas problemáticas de manera conjunta y buscar soluciones a largo plazo.

“Es imperativo obtener respuestas concretas y certezas para poder seguir operando y brindando asistencia a quienes más lo necesitan. Los espacios comunitarios representan una respuesta popular al hambre y la falta de protección estatal, especialmente para las infancias más vulnerables. Garantizar un ambiente seguro y nutritivo para los niños y niñas es fundamental para su desarrollo y bienestar”, dijeron desde la UTEP y el MTE.