General Conesa celebró este jueves el inicio de la Navidad con el encendido del árbol principal ubicado en la Plaza San Martín, una iniciativa que forma parte de un proyecto ambiental y comunitario que ya cumple cinco ediciones. El director de Turismo y Ambiente, Sebastián Marigual, destacó el proceso de armado del árbol y la producción de adornos navideños elaborados íntegramente a partir de envases plásticos reciclados.

Marigual explicó que la propuesta surge del taller municipal de reciclado, un espacio impulsado por el intendente Héctor Leineker y desarrollado junto a vecinos e instituciones locales. Allí se reutilizan envases que la comunidad deposita durante todo el año en los puntos verdes distribuidos en distintos barrios. “Los envases se llevan al taller, se clasifican, se reutilizan y el equipo pone su magia para crear estos adornos hermosos que hoy vemos en los espacios públicos”, señaló.

El funcionario recordó que el taller nació en 2020, en pleno contexto de pandemia, como una alternativa de contención y una salida laboral para personas que enfrentaban restricciones. Con el tiempo, agregó, la iniciativa se transformó en una política ambiental sostenida, que generó identidad y sentido de pertenencia en la comunidad. “Todos se sienten parte de un proyecto en el que participan la Municipalidad, las instituciones y los vecinos. Hoy pueden ver materializada esa buena acción de llevar un envase plástico a un punto verde”, afirmó.

El acto central se realizó a las 21, con el encendido del árbol navideño ubicado en la esquina de Avenida San Martín y Julio Roca. Según detalló Marigual, para esta edición se construyó un árbol completamente nuevo, de casi 12 metros de altura y elaborado a partir de unas 50.000 botellas. “Ha generado muy lindas repercusiones y estamos totalmente orgullosos de este trabajo comunitario”, expresó.

Para la localidad, el encendido del árbol representa el inicio de una serie de actividades vinculadas a la celebración navideña y a la puesta en valor del espacio público. Marigual remarcó que el proyecto combina cuidado ambiental, participación social y creatividad, y se consolidó como una tradición que cada año suma más vecinos.