En Viedma, la compra de carne disminuyo drásticamente en los últimos meses debido a la notable suba de precios. Según datos brindados por propietarios de tres carnicerías locales, la caída en las ventas se vincula a una reducción del poder adquisitivo de la población, lo que llevó a los consumidores a ajustar su gasto, priorizando cortes más económicos o reduciendo las cantidades compradas.
En "Carnicería La Loma", Lucas, uno de sus encargados, explicó que, ante el aumento del costo de la carne, la estrategia fue ofrecer promociones en cortes más accesibles. "Hemos buscado la salida en los cortes más baratos, como el osobuco y el puchero, que están a 5.550 pesos por kilo, pero con la oferta de dos kilos, el precio baja a 5.275 pesos por kilo", indicó. Lucas señaló que los consumidores ahora compran menos cantidad y optan por cortes más económicos, como la picada, que se vende a 6.250 pesos el kilo, una alternativa popular entre quienes intentan mantener su presupuesto.
En "Carnicería Maryjo", Juan comentó que la situación es similar. "La gente viene a comprar lo justo, antes llevaban más, ahora optan por lo básico", expresó. Los cortes más demandados en este comercio incluyen el puchero y la aguja, ambos elegidos por ser más económicos. "El asado está a 10.700 pesos el kilo, pero lo que más sale es la picada, que ronda los 6.000 pesos por kilo", agregó, destacando que muchos clientes optan por embutidos y productos más accesibles.
Por su parte, Víctor, dueño de "Carnicería San Martín", coincidió en que las ventas bajaron notablemente. "Antes, la gente compraba más volumen, ahora se llevan lo justo, como dos churrasquitos o medio kilo de picada", comentó. Para intentar atraer a los compradores, Víctor ofrece un 10% de descuento en pagos en efectivo, aunque eso no logró revertir la caída en el consumo. "El asado está a 9.500 pesos el kilo, pero lo que más se vende es la aguja, que ronda los 7.500 pesos", explicó.
11 octubre 2024
Viedma