El titular de la Agencia de Seguridad Vial de la Provincia, Marcelino Di Gregorio confirmó la instalación de nuevos sectores de radares. Uno de ellos se ubica en la Ruta Nacional 22 a la altura de Cervantes, otro en Viedma en la Ruta Nacional 3 cerca de la rotonda del Paulo VI y uno más en el kilómetro 11,8 de la Ruta Nacional 151 a la altura de la Facultad de Economía en Cinco Saltos.

No obstante aclaró que “los radares, que fueron calibrados por el INTI como corresponde, no están autorizados para su funcionamiento hasta que esté puesta la señalización vial que los identifique como tales”.

Agregó que “los radares que no son habilitados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial o por la Agencia Provincial de Seguridad Vial, son los que está en Darwin, en General Conesa y en Campo Grande. Lo que aconsejamos es que cada infractor acuda a la Defensoría del Pueblo donde hay un modelo de descargo para este tipo de situaciones y presentar el descargo ante el municipio correspondiente”.

Afirmó que “para nosotros no son válidas esas multas porque no están autorizados”.

Destacó que “la ley de nuestra provincia impone que los radares tengan señalización. Los radares habilitados por la provincia están claramente identificados y con señalización que corresponde al manual de planimetría de vialidad nacional.

Explicó que más allá de lo recaudatoria la función “es de carácter preventivo desde el momento en que está claramente la señalización”

En cuanto a los semáforos en algunas rutas sostuvo que “son habilitados por Vialidad Nacional, en algunos lugares son necesarios porque no hay otra herramienta para poder evitar los siniestros viales que hay en esa zona”.

En cuanto a los montos de las multas dijo que “dependen de la gravedad, la más común, la más grave es la alcoholemia positiva que son 550 unidades de multa -cada una equivale a un litro de nafta Infinia-, por exceso de velocidad son 350 unidades de multa y 30 unidades de multa por falta de algún comprobante”.