La Presidenta del
Superior Tribunal de Justicia, Liliana Piccinini, aseguró que en este contexto
de pandemia y de incertidumbre en cuanto a su extensión temporal, los “juicios
por jurados son impracticables” en el territorio provincial.
Asimismo, aseveró que
se deben garantizar los derechos de las víctimas y las personas detenidas. La
mejor forma de conciliar el debido proceso con la imposibilidad de realizar los
juicios por jurados es que los debates se realicen con jueces técnicos,
explicó.
El proyecto
legislativo presentado por el Poder Ejecutivo, con acuerdo de Ministros, da
cuenta de esa imposibilidad y promueve una solución acotada en el tiempo que
tiene en cuenta las garantías del debido proceso.
Así fue visto
oportunamente por el Poder Judicial, con participación de la Procuración, y así
será manifestado por la Presidencia del STJ si es invitada por la Comisión
Legislativa pertinente a brindar los argumentos jurídicos que respaldan esta
postura.
Materialmente
imposible
“Aún en los
denominados puntos blancos, o ciudades sin circulación viral, se debe tener en
cuenta que una audiencia de selección conlleva el ingreso de 24 ciudadanos, más
las partes, más el juez y el operador de sala, como mínimo”, argumentó
Piccinini.
“Luego tenemos el
desarrollo en sí del juicio, ya con 12 ciudadanos y ciudadanas, más los
suplentes, testimonios, peritos, las partes”, explicó. En cualquier contexto
sanitarios que detente cada localidad, “es materialmente imposible contar con
salas donde se garantice la distancia mínima entre los participantes y que,
además, cuenten con el sistema de videograbación que el Código Procesal Penal
impone”.
Recordó, asimismo,
que el jurado está integrado por ciudadanas y ciudadanos de distintas
localidades, dentro de una misma circunscripción, y en ocasiones estas ciudades
tienen restricciones y distintos estatus sanitarios.
Garantías de víctima
y detenido
Luego de detallar la
imposibilidad material de desarrollar los juicios por jurados, la presidenta
del máximo tribunal se refirió a la necesidad de resguardar el debido proceso y
las garantías tanto de la víctima como de la persona que está detenida sin
condena.
“El sistema de
jurados populares se implementa para delitos de gravedad, y los acusados que ya
están con un pié en el juicio están generalmente privadas de la libertad. Esos
delitos tienen víctimas. Entonces, víctima e imputado tienen derecho a la
certidumbre, a tener un juicio justo. La víctima tiene derecho a que el hecho
que ha lesionado sus intereses sea juzgado inmediatamente”.
En este contexto, se
preguntó: “¿Como garantizar esto en un contexto de pandemia que no te pone fecha
de corte? No se sabe si será en agosto, en septiembre o en diciembre”. De esta
manera, concluyó, es preciso “permitir que ambas partes vayan a un juicio con
jueces profesionales y con todas las garantías procesales”.
Recalcó, asimismo,
que la suspensión de plazos rige para determinadas cuestiones, pero “los días
que una persona está detenida no están suspendidos. Esos son días reales,
objetivos, concretos, que transcurren y se contabilizan”.
“La Corte lo ha dicho
infinidad de veces, pero yo lo resumo en el plazo razonable, en la certidumbre,
en tener de una vez definida su situación frente a la ley. La víctima merece el
derecho de ir al juicio y que su representante, que es el Ministerio Público
Fiscal pueda demostrar que el hecho existió, el sufrimiento, las consecuencias
para la víctima. Esas son garantías que no veo que mermen si en vez de un
juicio por jurados lo hacen jueces técnicos en este contexto”, añadió.

27 diciembre 2025
Judiciales