Desidia absoluta: Recorren los galpones de SAPSE y avanzan en su liquidación

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Los esqueletos de cinco aeronaves permanecen firmes en sus trenes con ruedas desinfladas. Sólo una de ellas sería recuperable, el resto es chatarra cubierta de polvo y bolsas de nylon.

El ministro de Obras Públicas, Fernando Vaca Narvaja, encabezó esta mañana la comitiva de funcionarios que recorrió el galpón que sirvió de techo para las maltrechas aeronaves en los últimos 15 años.

Lo acompañaron el secretario de Empresas Públicas, Roberto Meschini y el piloto y ex convencional constituyente del PPR en Viedma, Pedro Suárez, quien dirigirá la parte aérea de la provincia. También estuvieron el secretario de Infraestructura, Gustavo Hourcle y el de Obras Públicas, Alejandro Echarren.

El hangar provincial alberga los resabios de la empresa Servicios Aéreos Patagónicos (SAPSE) que comenzó a volar en 1988 y dejo de operar en 1997, año en que se inició su proceso de liquidación aún inconcluso.

“Ahora empieza un trabajo técnico pormenorizado. Entendemos que al menos uno de estos aviones tiene una reparación viable. El estado es desastroso”, señaló Suárez a la prensa durante la recorrida.

Testigo de los mejores momentos de la empresa, Suárez no comprende cómo fue que las aeronaves terminaron en ese estado. “Acá hay aviones que cuando la empresa dejo de funcionar no estaba así. Les sacaron piezas y no sabemos quien lo hizo y si lo hizo bajo las normas del fabricante”, dijo.

Manifestó su sorpresa especialmente porque algunas de las aeronaves no tienen su motor y tampoco las butacas.

“Tenemos una ardua tarea de ver y analizar toda la  documentación y después con técnicos aeronáuticos veremos que se puede recuperar”, señaló advirtiendo que algunos libros de control tienen hojas arrancadas.

Suárez explicó que cada uno de esos aviones cuesta aproximadamente un millón y medio de dólares y reiteró que “sólo uno, que está en un 30% de su vida útil, sería recuperable”.

Aseguró que el resto de los aviones “se puede entregar como parte de pago de los trabajos o en la compra de un avión nuevo para la Dirección de Aeronáutica”.

“Hay que hacer verificaciones de todos los elementos y las turbinas que están vencidas por tiempo porque hace mucho que están sin volar”, señaló con resignación.

Suárez recordó que “hubo una época en donde funcionaba todo muy bien porque se cumplía la función de integrar la provincia. Se recorrían casi todas las ciudades, se hacían vuelos de carga, evacuaciones sanitarias y traslados ejecutivos para el gobierno”.

“La empresa se paró por cuestiones económicas. En el gobierno nacional se exigió que varias empresas se privaticen. Así SAPSE empezó con su etapa de privatización, se transformó en SAPSA y en la segunda licitación la compró Vía Bariloche. Ocurre que todas las aeronaves no podían ser transferidas y quedaron en liquidación”, detalló.

“Tengo muchas horas de trabajo en el hangar y miles de horas de vuelo. Es lamentable ver esto y que los bienes del Estado estén de esta manera”, resumió finalmente.

Por su parte, Meschini dijo que el proceso de liquidación “no se mueve hace cinco o seis años”. Explicó que “había una liquidadora que presentó su renuncia, pero todavía no se la aceptamos porque se está analizando su gestión”.

“Hay que definir un nuevo liquidador para terminar con este trabajo. Hace años que lo único que se generan son gastos por sindicaturas, mantenimiento y todo lo que significa tener esto acá”, dijo.

“La empresa demanda unos 10 mil pesos de gasto por mes. Hace años que lo único que se hace es pagar un liquidador y un síndico. Hay otras deudas, pero lo que da más pena es ver el estado de esto”, señaló.

Meschini explicó que “liquidar la empresa significa disolverla” y por eso “algunos los bienes vuelven a la Provincia y a la Dirección de Aeronáutica”.

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