Desde el Municipio de Viedma se compartió el comunicado oficial del Consulado:

Esta práctica cultural – ancestral debió enfrentar la actitud colonialista y segregacionista instaurada por la Convención Única de Estupefacientes de la Naciones Unidas de 1961, que al mando de las grandes potencias liberales, pretendía eliminar la cultura de todo un pueblo y así buscó desterrarla en 25 años, y para ello buscó confundir hoja de coca en estado natural con estupefacientes .

Desde la llegada al Gobierno, el Presidente Morales,  buscó reparar este error histórico y así lo dejó establecido en la Carta enviada al Secretario General de las Naciones Unidas en marzo del 2008, ya que  una convención no puede prohibir la utilización de la hoja de coca en sus usos tradicionales, ancestrales y medicinales, y más cuando es  utilizada por los pueblos originarios de América.

La acción gubernamental  se ve reforzada en la aprobación del artículo 384 de la Constitución boliviana de 2009, al establecer que “el Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia y como factor de cohesión social”, y con ello buscó  enmendar la Convención de 1961, siguiendo el procedimiento de la misma norma legal, y en tal sentido se presenta la propuesta, la cual recibió 18 objeciones de un total de 184 Estados Partes, sin embargo la misma no entró en vigor, ya que el procedimiento establecía que no debe existir objeción alguna por parte de los Estados Miembros, a pesar del amplio número de apoyos recibidos.

En vista de las objeciones a la Propuesta, Bolivia tomó la decisión de denunciar (retirarse) de la Convención, para luego solicitar su adhesión (ingreso) pero con reserva que preserve el uso cultural y medicinal de la Hoja de Coca. Así el 29 de junio de 2011, la Asamblea Legislativa dispuso la denuncia a la Convención de 1961, respetando los compromisos contraídos a nivel internacional en el marco del sistema de fiscalización de drogas y el 29 de diciembre de 2011, el Presidente Evo Morales, envió al Secretario General de las Naciones Unidas, el instrumento de  denuncia, así como la solicitud de adhesión a la Convención, con la siguiente Reserva:

“…El Estado Plurinacional de Bolivia se reserva el derecho de permitir en su territorio la masticación tradicional de la Hoja de Coca, el consumo y uso de la Hoja de Coca en su estado natural; para fines culturales y medicinales; como su uso en infusión, así como también el cultivo, el comercio y la posesión de la Hoja de Coca en la extensión necesaria para estos propósitos lícitos…”

La Convención prevé que se requieren 61 objeciones para evitar la adhesión de una reserva y siendo que solo 15 Estados objetaron la misma,  Bolivia consigue su objetivo y es  a partir del 10 de febrero de 2013, que se declaran los usos culturales y medicinales de la hoja de coca completamente legales en el territorio Boliviano y dejan de ser considerados como violaciones al derecho internacional y a los compromisos internacionales asumidos por Bolivia.

La voluntad del pueblo, identificado en su cultura ancestral, pudo ser entendida por la mayoría del concierto de las Naciones Unidas, y así reivindicar un error histórico, que buscó por años, eliminar una práctica milenaria de nuestros pueblos indígenas, con el pretexto de ser ilícita, cuando la hoja de coca no es cocaína y así está reconocida por todo el mundo con esta aceptación y por la que hoy Bolivia puede disfrutar de la revalorización cultural ancestral indígena, que hoy celebramos a nivel mundial, en homenaje a nuestros pueblos y por ello invitamos a que nos acompañen en este acto en las instalaciones del Consulado de Bolivia, a horas 10:30, en la calla Colón 460.