El efectivo explicó que anoche unas treinta personas apedrearon la unidad policial del barrio en descontento con el accionar de los uniformados que habian acudido a un llamado del 911 por una riña callejera.

“Es un hecho más. Nos informan que había una pelea en 19 y 18, Nos constituimos en el lugar, encontramos un joven fuera de si, bajo los efectos de algún estupefaciente, que no quería la presencia policial. Hicimos una recorrida y cuando volvimos a la unidad, llegó este joven con otros más y empezó a apedrear el lugar”, comentó.

Explicó que “tuvimos que repeler esta situación con escopetas y municiones antitumulto. A partir de ahí, se prendió la mitad del barrio y aparecieron jóvenes de todos lados”.

En ese sentido, el jefe policial manifestó que de existir un Código de Conducta se podría haber solucionado el tema mucho antes. “El iniciador de todo esto era un joven que estaba intoxicado en la vía pública y que podríamos haber incurrido en una falta contravencional, pero ahora no existe esto y no podemos actuar”, explicó.

Entre 2009 y 2010 se definieron diversas modificaciones a la Ley 532, que establece el Código de Faltas. “Esto se usaba para los hechos menores que no incurren en un delito. Por ejemplo, una cuestión vecinal quedaba resuelta con una contravención. Hoy no contamos con esta herramienta porque prácticamente se abolió la norma”, cuestionó el uniformado.

Admitió que se trata de una Ley antigua, ya que fue sancionada en 1969, pero rescató que “hay algunas temáticas que estaban debatiendo en otras provincias y nosotros ya las teníamos establecidas en nuestro Código de Falta, como pasó en Buenos Aires con la denominada ‘zona roja’, la seguridad en los eventos deportivos o la presencia de jóvenes en la esquina”.

Fernández opinó que antes de modificar o abolir la normativa “se podía sancionar una que la reemplace o la actualice”.

Operativamente, explicó una contravención era “el inicio de un expediente que se ponía a disposición del Juzgado de Paz, que podía aplicar una multa o una sanción más dura que era un arresto de un día o dos en un calabozo de la comisaría”.

“Una cuestión muy común es la de una persona que está orinando en la vía pública o el famoso graffiti. Cuando esto acontecía, el personal policial podía aplicar una contravención y hoy ya no se puede hacer”, indicó.