"La tolerancia absoluta en el régimen de asistencias de los alumnos, es un error"

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La parlamentaria, quien es además psicóloga y docente de nivel primario, dijo que "en muchos casos los familiares adultos tienen que afrontar a diario la tarea de hacer que los chicos concurran a la escuela. Imaginen lo que será esta situación si ya ni siquiera existe la obligatoriedad de la concurrencia".

"La propuesta de intervención por parte de la escuela , en el caso de faltas reiteradas, implica  un incremento del recurso humano, no solo para acercarse a las familias y a los hogares de los alumnos, sino también para realizar las actividades de recuperación de contenidos, mucha gente y mucho tiempo", añadió.

Mencionó también que "mas allá de la cuestión elemental de recibir educación, asistir a clases, implica la contención que brinda un establecimiento  para evitar que los chicos estén ociosos y/o en la calle, y además fundamentalmente establece un contexto imprescindible para el desarrollo del adolescente, el encuadre que significa tener determinadas pautas que respetar, y  esencialmente límites que contengan el desborde inherente al adolescente. Quitar la obligatoriedad de la asistencia, no solo derivará en la creación de  nuevos dispositivos de intervención  sino que generara un enorme perjuicio al interior de las dinámicas familiares".

Confió en que esta iniciativa, a su criterio errónea, se origine "en el espíritu inclusivo de la nueva Ley Orgánica de Educación, y no en un mero intento de modificar las estadísticas en los índices de repitencia".

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