El Hospital Zonal rindió homenaje al doctor Raimundo Guthmann

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En principio, el actual director del Hospital Zonal, el doctor Victor Parodi, resaltó la labor fundamental que cumplió Guthmann en los años 70´ con el Plan de Salud de Río Negro. En este sentido, dijo que “él influyó en muchos aspectos de una visión ideológica hacia la salud pública, a la cual adhirieron muchos profesionales que tenían su actividad en el área privada y, por eso es el reconocimiento no solamente institucional, sino de la gente misma de Bariloche, hacia este médico que estuvo en los 70´ y que por distintos motivos políticos e ideológicos tuvo que emigrar de Bariloche y buscar otros lugares. El reconocimiento es más que nada de los familiares, amigos, los pacientes y la gente que estuvo trabajando en esa época” y agregó que “institucionalmente es reconocer que se adhiere a una visión política de salud del año 70´”.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando uno de los hijos del homenajeado, Juan Pablo Guthmann, brindó unas palabras recordando toda la historia de su padre. En este sentido, expresó que “llegó en 1957 a este pueblo donde todavía no había ningún ginecólogo, que atendió a tantas mujeres y « trajo al mundo » a tantos chicos y chicas que 50 años más tarde lo siguen recordando con tanto cariño, como podemos comprobarlo cada vez que volvemos a Bariloche”. En su discurso resaltó que “Raimundo era una persona modesta, nunca buscó ni la fama, ni los honores. Poco antes de morir, yo le pedí que me contara cuales eran para él las etapas más significativas de su vida porque, le conté, pensábamos escribir después de su muerte una pequeña nota recordando quien había sido. « Poca cosa », me contestó. « Poné que fui jefe del servicio de maternidad del hospital y miembro de la junta directiva del Club Andino Bariloche», me dijo cuando nosotros sabíamos que en realidad había participado en tantas otras cosas. Sin embargo, pensamos que en el fondo el habría estado contento de saber que la comunidad de Bariloche y del hospital se reuniría después de su muerte para recordarlo y reconocer el lugar que ocupó en la historia de esta ciudad”. 

Según indicó, su padre “ejercía su trabajo de médico con gran consciencia profesional, como pudimos comprobarlo también mas tarde en Francia. Siempre tuvo gran dedicación y un gran compromiso con sus pacientes” y añadió en otro párrafo que “no solo fue un médico clínico comprometido con sus pacientes, tenia también una visión de salud pública donde aspectos como el mejor acceso a la atención en salud o la medicina preventiva ocupaban un lugar importante en su reflexión y en su práctica. Fue él quien creó la consulta en contracepción, quien introdujo la detección del cáncer ginecológico y participó en  las campañas de la Liga Argentina de Lucha contra el Cancer (Lalcec) en Bariloche. Fue en el año 1974 y fiel con ese compromiso que participo con entusiasmo, junto con muchos otros médicos, en el Plan de Salud de la Provincia de Río Negro”.

Explicó que entre el 74´ y el 76´ fueron años “de gran compromiso profesional y de militancia política, de largas jornadas fuera de casa. Y con el deterioro de la situación política, un ambiente que debía ser cada vez mas angustiante para nuestros padres”. Luego de un período “de amenazas y de persecución” –según detalló en su discurso- y la llegada del Golpe de Estado, “su esposa y compañera de toda la vida, Mariluz Pérez Aguirre, nuestra madre, que era Vice Rectora del Colegio Nacional Ángel Gallardo, fue declarada cesante por la nueva dictadura militar, muy injustamente y simplemente por ser la esposa de ese médico comprometido, y a pesar de haberle dedicado toda su vida a la enseñanza pública”. Finalmente, en diciembre de 1976, Raimundo se va de Bariloche y de la Argentina para radicarse en Francia, el país donde había nacido, y allí intenta reiniciar su vida junto a su familia.

Más tarde, en diciembre del 2011, le diagnosticaron un cáncer de páncreas avanzado y a pesar de lo que esto podría significarle a cualquier personas, el doctor Guthmann le dijo a uno de sus hijos: « No estés triste, que 82 años no es mala edad para morirse ». Y hasta el 10 de mayo de este año, fecha en la que falleció, les contaba a sus hijos Juan Pablo, Claudio y Michel, que “había tenido una vida rica y plena y que no le tenía miedo a la muerte, que consideraba como la última etapa normal de la vida”.

El recuerdo de sus compañeros 

Fueron varios los que acompañaron al doctor Guthmann en esta implementación de un plan de Salud Pública innovador para aquella época, entre ellos, el doctor Antonio Capellari, quien compartió la dirección del hospital con él durante 15 años. En el acto recordó la figura de Guthmann y destacó que “trabajó con toda la gente de Bariloche y se ganó un lugar como especialista en Tocoginecología. También llegó a ser muy demandado por la calidad de sus tratamientos y la forma que expresaba esa relación en el especialista de la zona".

Mencionó en su discurso que el tocoginecólogo se caracterizaba porque “se ponía en el lugar del otro, dándole la jerarquía que debía tener”, instando a tener empatía por el paciente.  

Otra de las personas que trabajó en sus inicios fue Martha Olivera, quien afirmó que en esa época “la salud” tenía otro significado, ya que “había que saber sobre las creencias del paciente, conocer su familia y el resto de su comunidad y su entorno y, aunque en estos tiempos parece algo extraño hablar sobre estos temas, en ese momento era todo una avanzada, era una puesta en escena de lo que había hecho Ramón Carrillo, por eso algunos quieren apropiarse de lo que hacíamos nosotros y dicen que hay que volver a Carrillo, pero actualizados”.

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