El gerente del Consorcio GIRSU, Juan Domínguez, respondió a las declaraciones del presidente de Cotravili, Hugo Salvo, tras la reciente rescisión del contrato para la operación del relleno sanitario de Viedma. El funcionario aseguró que la desvinculación se produjo por incumplimientos contractuales de la cooperativa y confirmó que ya se activó un esquema transitorio mientras avanza el proceso hacia una nueva licitación pública. Aclaró que el pedido de rescisión fue de la Cooperativa.
Domínguez explicó que el conflicto se desencadenó por la rotura de una topadora propiedad del consorcio y entregada a Cotravili para operar el relleno. Según el contrato, la cooperativa debía realizar el mantenimiento del equipo, reparar cualquier falla y, en caso de quedar fuera de servicio, reemplazar la máquina para garantizar la continuidad de la operación. “La máquina presentó una falla mayor y durante casi un año no me pudieron acreditar ningún mantenimiento. No podían repararla y tampoco proveer un reemplazo. Así llegamos a esta situación”, detalló.
El gerente señaló que la relación entre el consorcio y la cooperativa no responde a ningún tipo de “favor”, tal como planteó Salvo. “No fue un favor. Fue un contrato de una prestación de servicios firmado de mutuo acuerdo. Cotravili operó y el consorcio pagó por ese servicio”, afirmó. Recordó además que, luego de una primera contratación de urgencia por la rescisión del prestador anterior, la cooperativa volvió a ganar una licitación privada y firmó un nuevo contrato en octubre de este año.
Domínguez también repasó la cronología del conflicto y mencionó que, aún en medio de las dificultades operativas, el consorcio acompañó a la cooperativa para sostener el servicio. “Siempre estuvimos a disposición para asesorarlos, ayudarlos y conseguir alternativas. Incluso conseguimos una máquina para que pudieran alquilar y acordar un esquema de pago”, indicó. Sin embargo, aseguró que el retraso en la tapada diaria y la falta de maquinaria operativa derivaron en un incendio de gran magnitud en el relleno, donde debieron intervenir el Municipio, Vialidad Provincial, empresas contratistas y el propio consorcio para controlar la situación.
Tras la rescisión formalizada por Cotravili —ya judicializada mediante cartas documento— el directorio de GIRSU definió una contratación directa por tres meses con la firma Rodval Patagónica SRL, la más económica entre las dos ofertas recibidas. “Es un contrato corto que nos da tiempo para evaluar la máquina, repararla si es posible y avanzar hacia una licitación pública. Cotravili podrá participar si cumple con las condiciones”, sostuvo Domínguez.
El funcionario aclaró que no existe margen legal para modificar los valores del contrato recientemente adjudicado a Cotravili, como habría planteado la cooperativa. “No puedo mejorar un contrato que tiene un mes de vigencia y fue ganado por licitación. Las reglas son claras”, señaló.
Mientras continúa el análisis técnico sobre el estado de la topadora, GIRSU avanza en los preparativos para un nuevo llamado a licitación pública que ordene la prestación del servicio a largo plazo. “Nuestra prioridad es garantizar la operación del relleno sanitario sin interrupciones y con las condiciones ambientales que corresponde”, afirmó Domínguez.
El conflicto, ahora en manos de los equipos legales de ambas partes, seguirá su curso en paralelo a la transición operativa. El consorcio evaluará el equipamiento disponible, definirá si corresponde su reparación o reemplazo y retomará el proceso licitatorio en los próximos meses.

12 diciembre 2025
Viedma