La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) inicia este martes un paro nacional de 48 horas con acampe en el Polo Científico Tecnológico, sede del Conicet en el barrio porteño de Palermo. La medida fue resuelta tras una reunión entre la conducción nacional del gremio y la Junta Interna del sindicato en el organismo, ante lo que definen como “una situación crítica” en el sistema científico nacional por el ajuste presupuestario, la reducción de salarios y la parálisis administrativa que afecta a más de mil investigadores y personal de apoyo.

Durante la protesta, se realizarán charlas-debate abiertas a la comunidad y actividades culturales en defensa de la ciencia pública. Además, ATE advirtió que si el Gobierno nacional no brinda respuestas, podría profundizar las acciones con una ocupación pacífica del organismo a partir del viernes.

“El presidente Milei ya habría cerrado el Conicet si no fuese por la gobernanza mixta del organismo y por la lucha de sus trabajadores. Vamos a iniciar un acampe de dos días, pero no descartamos que esta medida pueda profundizarse”, expresó el Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar.

Entre los principales reclamos, el sindicato exige el descongelamiento de los pases a planta permanente de investigadores y personal de apoyo, la publicación inmediata de los resultados del concurso de ingreso a la carrera de investigador científico 2023 y la prórroga de todas las becas hasta el otorgamiento de los cargos definitivos.

“Desde que asumió Milei se perdieron más de 1.600 puestos de trabajo en el sistema científico. Se deben garantizar todos los presupuestos. No podemos permitir que se ponga en riesgo a la ciencia pública y a quienes la sostienen”, sostuvo Aguiar.

Del encuentro previo al inicio de la medida participaron, junto a Aguiar, la Secretaria General de la Junta Interna de ATE-Conicet, Victoria García, el Secretario Adjunto Gonzalo Sanz Cerbino, y les representantes María Sol Martínez, Ianina Harari y Gabriel Bober.

Según denunciaron, el Gobierno nacional aún no brindó certezas sobre la continuidad laboral de cientos de becarios ni sobre los resultados del llamado a carrera de investigador realizado el año pasado. A ello se suma el freno en las designaciones y la falta de recursos para garantizar el funcionamiento básico de institutos y centros dependientes del Conicet.

ATE insistió en que la situación afecta no sólo a los trabajadores del organismo, sino al conjunto del sistema científico-tecnológico del país. “No es solo un conflicto sectorial. Está en juego el futuro de la ciencia argentina”, remarcaron desde el gremio.