En el marco del Día del Trabajador, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará una jornada nacional de protesta el próximo miércoles 30 de abril, con movilizaciones en distintos puntos del país. La medida de fuerza fue definida a partir del descontento por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el impacto de los recortes en las transferencias a provincias y municipios, y las consecuencias de las últimas políticas económicas implementadas por el Gobierno nacional.

La convocatoria fue confirmada por fuentes del sindicato, que señalaron que el reclamo principal gira en torno a una recomposición salarial tras acuerdos paritarios considerados insuficientes. ATE denunció que los incrementos otorgados en el primer trimestre del año se ubicaron por debajo de la inflación oficial, generando un deterioro sostenido en los ingresos de los trabajadores estatales.

Según información recabada por este medio, los aumentos otorgados a nivel nacional fueron del 1,5% en enero, 1,2% en febrero y 1,3% en marzo, acumulando un 4% frente a una inflación del 8,5% en el mismo período. Esta brecha habría tenido un efecto directo sobre la capacidad de compra de los salarios y provocó un fuerte malestar en los sectores representados por ATE.

Desde la conducción nacional del gremio, también se advirtió sobre el impacto que está teniendo la baja de transferencias discrecionales a las provincias —una reducción del 75% en términos reales en lo que va de 2024— y la caída interanual del 9,8% en los fondos girados por coparticipación. Estos recortes, según ATE, están afectando gravemente a los trabajadores de las administraciones provinciales y municipales. De acuerdo con datos oficiales, actualmente hay 2.237.334 trabajadores en las administraciones públicas provinciales y 440.687 en las municipales.

Consultado por este medio, el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, sostuvo que “las paritarias en el Estado Nacional son fraudulentas y han condicionado también las negociaciones a nivel provincial y municipal”. En la misma línea, advirtió que “la mayoría de los estatales en estos distritos tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza”.

El gremio también expresó su rechazo a las últimas medidas del Gobierno, que incluyen lo que consideran una “devaluación encubierta” y un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Desde ATE señalan que el entendimiento con el organismo internacional implicaría un nuevo endeudamiento por al menos 20 mil millones de dólares, además de reformas estructurales en materia laboral, previsional, tributaria y de coparticipación.

Además, la organización sindical manifestó su preocupación ante el avance del plan de fusión de organismos públicos y privatización de empresas estatales. En ese sentido, se plantea que la jornada de protesta del 30 de abril buscará visibilizar estas demandas y funcionar como un punto de partida para nuevas acciones en defensa de los derechos laborales y del rol del Estado en áreas estratégicas.

La movilización se prevé masiva, con actividades en cada una de las provincias, y se inscribe en un contexto de creciente conflictividad social ante la pérdida del poder adquisitivo y el ajuste en el sector público. ATE ha anticipado que continuará con acciones de visibilización y denuncia mientras no se revierta el deterioro de las condiciones laborales y salariales de los trabajadores estatales.