El Secretario General de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, respondió a la cadena nacional del presidente Javier Milei, quien había calificado a ciertos sectores del Estado como parte de la "casta". En su intervención, Aguiar desmintió las acusaciones de privilegio hacia los trabajadores estatales, señalando que aquellos que cumplen con su labor en organismos como PAMI, ANSES, CONICET, hospitales públicos y universidades no deben ser tildados de privilegiados.

En su mensaje, Aguiar subrayó que muchos empleados del Estado, incluidos los que forman parte de estos servicios esenciales, ganan sueldos modestos, de hasta 300.000 pesos mensuales o menos. Afirmó que este tipo de remuneración no justifica las acusaciones de privilegio, y destacó que, en contraposición, son unos pocos los que realmente concentran grandes riquezas mientras la desigualdad y el desempleo crecen en el país.

El dirigente sindical también mencionó que los servicios públicos como el transporte ferroviario y la aerolínea de bandera, que enfrentan grandes desafíos en un contexto económico complejo, no pueden ser considerados un lujo o un privilegio. A su juicio, estos servicios son fundamentales para el bienestar de la población, especialmente en un país como Argentina, y deben ser defendidos frente a cualquier intento de privatización o ajuste.

En sus declaraciones, Aguiar expresó que el gobierno de Milei está adoptando medidas que, a su entender, afectan directamente a los sectores más vulnerables y profundizan las desigualdades sociales. En este contexto, denunció que el gobierno busca responsabilizar a los trabajadores del Estado, mientras no se atienden las verdaderas causas de la crisis económica y social que atraviesa el país.

El dirigente gremial cerró su intervención asegurando que el verdadero "Partido del Estado" no son los trabajadores estatales, sino aquellos que se benefician de un sistema económico que deja a una parte importante de la población en situación de precariedad. "La casta son ustedes", sentenció Aguiar, acusando al gobierno de ser el verdadero responsable de la situación de desigualdad que atraviesa el país.