El tío de Atahualpa Martínez Vinaya, el joven asesinado
hace 13 años en la ciudad rionegrina de Viedma y cuyo crimen sigue sin
esclarecerse, sostuvo este domingo que el asesinato de su sobrino fue
"encubierto" por funcionarios de la Justicia de esa provincia, la
cual consideró debe ser reformada para que "esté del lado del
pueblo".
La víctima tenía 18 años y cursaba el quinto año del
secundario cuando el 15 de junio de 2008, su cadáver fue hallado con un balazo
calibre .22 en la espalda, en un descampado de las afueras de la capital de Río
Negro.
"No hemos tenido ninguna respuesta de la justicia,
este asesinato es como una mutilación de una parte de la sociedad, en manos de perversos",
dijo a Télam Ricardo Vinaya, tío del joven asesinado.
Para la familia Martínez Vinaya, la justicia rionegrina
cometió infinidad de errores que no permitieron saber la verdad de lo que
ocurrió la noche del crimen y pidieron el juicio político de los funcionarios a
cargo de la investigación.
"Existe un terrible vacío de la justicia que no
actúa acorde a la realidad que tiene cada situación. Julieta (Martínez Vinaya,
la madre de Atahualpa fallecida en 2018) siempre lo remarcaba y se refería a
éste sector de la sociedad, como los sin nadie", explicó.
"Los sin nadie estamos siempre en la orfandad de
todo un sistema institucional, los sin nadie estamos en esa invisibilización,
que es un vacío enorme de desprotección", aseguró Vinaya y añadió:
"Esto es un asesinato que fue encubierto por muchos funcionarios del Poder
Judicial,claramente lo podemos decir, no es una mera acusación de
palabra."
En ese sentido, dijo que "la fiscal (Daniela)
Zágari, que hoy es jueza, cometió un hecho aberrante que fue ocultar la prueba
más auténtica que llevaría a un posible esclarecimiento del asesinato, una
campera con manchas de sangre de Atahualpa".
Para Ricardo, esa prueba ya estaba en la causa seis meses
después del asesinato pero Zágari la dio a conocer a cuatro años del hecho,
"cuando había pasado mucho tiempo y ya no tenía la calidad probatoria
suficiente".
Por el caso, la justicia procesó en 2012 a Felipe
Carrasco, Carlos Morales Toledo, César Alberto Valla y Belén Barrientos, pero
dos años más tarde fueron absueltos al cabo de dos juicios orales.
Por su parte, la Legislatura Provincial conformó una
Comisión Investigadora del caso, la cual tuvo serios cuestionamientos sobre el
trabajo de la Policía, la fiscal Zágari y el entonces juez de Instrucción
Carlos Reussi.
Entonces, el Consejo de la Magistratura de la Primera
Circunscripción de Río Negro inició sumarios a Reussi y Zágari por mal
desempeño de sus funciones e incluyó también al exfiscal Ricardo Falca, quien
reemplazó por unos días a la mencionada instructora judicial.
Sin embargo, Reussi quedó desligado del juicio político y
Falca fue sobreseído, mientras que a Zágari la suspendieron por 50 días en
diciembre 2020.
"Hace más o menos un mes, el padre de Atahualpa
recibió por correo una notificación de la fiscalía donde le avisaron que el
caso estaba totalmente cerrado por falta de pruebas, ni siquiera nos citaron a
los familiares para que en persona nos dijeran, que ya no hay más pruebas para
seguir avanzando", explicó Ricardo.
Para el tío de Atahualpa, tendrían que haberles informado
de esta situación en persona "por una cuestión de respeto o de
cortesía" y sostuvo que de la forma en que lo hicieron "es una
evidencia de que la justicia no está del lado de la gente humilde, y de los
pobres".
"Los ciudadanos en general, estamos muy
desprotegidos, hay una cúpula del poder judicial que tiene un bloqueo que actúa
solamente entre ellos y para ellos, el resto estamos en la periferia
total", señaló Ricardo, un músico que es referente de la comunidad
boliviana.
Y al respecto consideró: "Creo que lo que nos queda
es seguir en algún camino de reforma judicial, nos tenemos que preguntar
quiénes eligen a los jueces, cómo se eligen, si los conocen, si saben qué es el
Consejo de la Magistratura, qué función cumple ese organismo".
"Ningún ciudadano común lo sabe, nos queda una deuda
enorme de todos para avanzar en ese camino a través de nuestros representantes
políticos, y que se haga una reforma judicial para que la justicia esté del
lado del pueblo", opinó.
Para el tío de la víctima, "esta justicia asesinó a
un joven llamado Atahualpa Martínez Vinaya y también a Julieta Carmen Vinaya,
por su inoperancia".
Ricardo recordó que su sobrino asesinado "era un
joven que se reconocía con los pueblos originarios, mapuche aimara, era
ampliamente solidario, tenía la posibilidad de ser tal vez un médico rural y
ese sueño fue frustrado por nos cobardes asesinos".
"Ojalá que podamos encontrar justicia, alguna
vez", concluyó el tío de Atahualpa.

29 diciembre 2025
Viedma