Quien puede dudar de la distinción paisajística que tiene
Guardia Mitre del resto de los paisajes rionegrinos. Guardia Mitre tiene una
magia, en la que por cuadras el tiempo parece detenido en los esplendorosos
momentos de principios del siglo XX, donde el lugar recibía inmigrantes
europeos, que hicieron de este fuerte militar un oasis entre el río y los
inconmensurables montes tupidos.
Hace 54 años una apasionada de la historia, hija del
farmacéutico guardiamitrense, hacía una recopilación de las memorias del pueblo
con motivo de su centenario. La incansable historiadora era nada menos que Emma
Nozzi, que años después contribuiría a engrandecer la historiografía maragata.
Exactamente para la misma época otra mujer, nacida en
esta suerte de extensión maragata, cautivaba corazones, pensamientos y deseos
de hombres argentinos de todas las edades y también de diferentes países de
Latinoamérica con nada más –y nada menos- que con su figura. Una cabellera
rubia larga ondulada, unas curvas tan serpentinas como el tramo del río Negro
que se erige frente a su pueblo natal y una piel tan blanca como el horizonte
que emerge con los soles del verano y tan suave como las uvas del legendario
vino local.
Libertad María de los Ángeles Vichich Blanco inventó a
Libertad Leblanc, el símbolo sexual argentino de los años 60 y parte de los 70.
Una heroína de un inocente porno soft de los tiempos en que el mostrar estaba
prohibido, la contrafigura de la estelar morocha Isabel Sarli, con quien estuvo
enfrentada durante muchos años más por marketing que por enojos. Si fue la
propia Leblanc quien al llegar a Venezuela y con el afán de promocionarse hizo
un afiche que decía: “Libertad Leblanc, rival de Isabel Sarli”.
Mientras el pico de pujanza de Guardia Mitre empezaba a
declinar y cuando tras el fervor del centenario se empezaba a hablar de una
integración regional con Viedma y Carmen de Patagones, esta joven nacida en el
pueblo filmaba “Acosada”, un drama erótico policial en blanco y negro coproducido
entre Argentina y Venezuela, lo que muestra la llegada de la figura de Leblanc
en el continente. Aunque su fama no paró allí: en 1966 esta misma película fue
estrenada en Estados Unidos, doblada al inglés y bajo el nombre de "The
Pink Pussy” y es, de sus treinta filmes protagonizados, el de mayor difusión
internacional.
Libertad llegó a filmar para la Paramount Pictures y en
los 70 caminaba la alfombra roja de prestigiosos festivales internacionales de
cine, como el de San Sebastián. Con el tiempo se retiró y su último filme fue
en 1989, “Standard”. Desde hace más de dos décadas vive de rentas y alterna
estadías en Buenos Aires y Madrid y visita con frecuencia a su hija en Suiza.

21 diciembre 2025
Viedma