Los bicipolicías cumplen una
importante función en el marco de la seguridad, recorriendo las zonas céntricas
de las ciudades y las de afluencia turística, colaborando también en cuestiones
que tienen que ver con el orden del tránsito ante diferentes eventos.
El Suboficial Principal,
José Miguel Ulloa, a cargo de la División en la Comisaría Primera de Viedma,
comentó que el área arrancó como una prueba piloto, y hoy cuenta con diez
integrantes.
“La idea siempre fue
trabajar dentro del microcentro y las zonas de veraneo o de esparcimiento
público, donde también es difícil acceder con un móvil. Desde la calle no se
observa lo que sucede, por eso con una bicicleta siempre se ingresa mejor”,
dijo.
Por otro lado, indicó que
“al trabajo constante de prevención del delito se fueron sumando actividades
sociales y deportivas, cuyos organizadores piden colaboración para ordenar el
tránsito”. Y agregó que “las escuelas, para las salidas recreativas, también
empezaron a solicitar un grupo de bicipolicías, que es más práctico que
utilizar automóviles".
Al respecto señaló que la
bicicleta tiene versatilidad, porque se adapta a la tarea a realizar y permite
llegar al lugar como con cualquier otro móvil: “siempre también se colabora
cuando en un lugar está trabajando un patrullero o una moto. El bicipolicía se
queda allí en caso de que haya otro requerimiento”.
“Cuando hay que afrontar una
situación donde, por ejemplo, se tiene que atrapar a un delincuente, o hechos
como arrebatos, la función del bicipolicía es la misma que la de cualquier otro
empleado policial: tiene que resolver una situación por las facultades y
atribuciones que tiene”, indicó Ulloa.
Asimismo, destacó el alto
grado de interacción con la comunidad: “el tema de las escuelas, al tener
contacto con docentes, niños; los eventos religiosos, deportivos o reclamos
populares genera contacto con los protagonistas para poder entender, solucionar
o coordinar la actividad que se va a hacer”.

26 diciembre 2025
Río Negro