Cannabis medicinal: INTA ya almacenó la primer cosecha

Con la producción se espera abastecer la demanda del PROFARSE en Viedma

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El proyecto de cannabis medicinal avanza a paso firme en la Estación Experimental Alto Valle del INTA donde ya se encuentra almacenada la primera cosecha. Además el laboratorio donde se extraerá la resina como Ingrediente Farmacéutico Activo (IFA) está en la etapa final de construcción que se espera concluir a fin de año, y se comenzaron los trámites con ANMAT para que los productos tengan habilitado el tránsito interjurisdiccional a todo el país.


La idea es que la producción abastezca la demanda de la Productora Farmacéutica Rionegrina Sociedad del Estado (PROFARSE), en Viedma, y el Laboratorio de Medicamentos Magistrales de Junín de los Andes, en Neuquén.


La iniciativa se lleva adelante por convenio entre el INTA Patagonia Norte, la Asociación Civil Ciencia Sativa y la empresa Pasedati SAS.

Silvia Horne, impulsora de la Ley de Cannabis Medicinal durante su mandato como diputada nacional, y Asesora y Responsable de la Regional Patagonia del Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI), visitó el predio de cultivo, ubicado en la sede del INTA en Guerrico.


Fue recibida por Mariana Amorosi, asistente de Planificación del INTA Patagonia Norte –coordinadora y responsable de cannabis en Patagonia Norte–; Gabriela Calzolari, bióloga de la Asociación Civil Ciencia Sativa y Antonio Barahona, titular de la empresa Pasedati SAS, Roberto Gómez y Juan Barahona.


Silvia Horne destacó que los actuales empleados del proyecto son “personas que se han formado en el conocimiento del cultivo y que ya hay cooperativas de la agricultura familiar que tienen el legajo y que se van a incorporar al proyecto”.


También destacó que se trata de un proyecto íntegramente del Estado Nacional, localizado en un predio estatal, en el que confluye el capital privado.


El laboratorio instalado en el INTA de Guerrico tendrá capacidad para procesar la producción propia del proyecto y prestar servicios de extracción de resina a otros productores y cooperativas, para garantizar la rentabilidad de la inversión. Se estima que, una vez en funcionamiento, trabajarán allí unas quince personas, y que se duplicará el plantel de trabajo en el cultivo, que actualmente es de cuatro personas.


El proyecto comenzó a elaborarse en 2019 y fue aprobado por el Ministerio de Salud en el año 2021. Se enmarca en la Ley N° 27.350 establece el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor de la planta de cannabis y sus derivados.


El área de cultivo ocupa dos hectáreas, cercadas, monitoreadas con cámaras de seguridad y custodiadas por la Policía Federal. Allí hay un invernáculo para la producción de plantas, dos naves de cultivo y el edificio que alberga el laboratorio, el sector de almacenamiento, oficinas y dependencias.


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