Para la CTA la "compra de automóvil de un millón de pesos es un despropósito frente a las necesidades de los trabajadores"

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Por otro lado, la central obrera entiende "las necesidades que tiene el poder ejecutivo provincial, de contar con un automotor de alta gama, con instrumentales de seguridad y que resulte altamente eficiente para desplazarse por la extensa geografía provincial". Pero la central, también entiende que "se puede adquirir en el mercado, un automóvil de las características propuestas, a un valor muy inferior al señalado en la licitación y por debajo de los $ 400.000". 

La central sindical sostiene que "existen ‎límites éticos y morales que los dirigentes políticos que tienen la responsabilidad de gestionar el Estado debe respetar, toda vez que, no se pueden destinar los recursos que en conceptos de impuestos aportan todos los ciudadanos, a compras suntuosas o lujosas, cuando en realidad la necesidad de una herramienta de trabajo de la naturaleza requerida, se puede adquirir a un costo sensiblemente menor". 

Por último la CTA aseguró que "$1.000.000 no tienen casi impacto en el presupuesto provincial, pero cuando esa compra se propone, mientras no existen jeringas en los hospitales o cuando los padres pobres de nuestra provincia no tienen garantizadas las vacantes en las escuelas, aparece absolutamente desacertada".

"La propuesta de compra de un automóvil de $1.000.000 aparece como un despropósito frente a las necesidades que tienen los trabajadores y desde hace mucho tiempo también, la inmensa mayoría del pueblo rionegrino", manifestó Rodolfo Aguiar, Secretario General de la CTA-A de Río Negro, y agregó: "Nosotros entendemos que el Gobernador de la provincia debe contar con un automóvil completamente seguro y con el confort necesario para recorrer la extensa geografía provincial, pero una unidad con esas características se puede adquirir en el mercado a valores que rondan los $400.000".

Para finalizar Aguiar sostuvo: "Seguramente $1.000.000 no tienen impacto en el global de las finanzas públicas, pero cuando ese gasto se propone sin que existan jeringas en los hospitales o vacantes en las escuelas para los hijos de las clases sociales más vulnerables, se trasbaza un límite ético. Los dirigentes políticos no pueden alejarse tanto de la comunidad y deberían trabajar para parecerse cada vez más a los ciudadanos comunes".

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