Desde Vecinos Autoconvocados por los derechos de la niñez y la adolescencia emitieron un comunidado para dar a conocer su punto de vista sobre el incendio que sufrió el Juzgado Nº 4 del Poder Judicial de Río Negro, y al respecto señalaron que:
En este sentido, los vecinos se preguntaron quiénes y por qué atentan contra la Justicia. Para el grupo, resulta claro que no se trata de los familiares y allegados de Daniel Solano, de Otoño Uriarte, de Atahualpa Martínez, o de tantos otros y otras víctimas de crímenes impunes.
Resulta claro también que el atentando no es producto de aquellos en quienes se piensa cuando se habla de inseguridad, focalizando una problemática en sus consecuencias y no en sus causas. También aparece como evidente que ningún "delincuente" común se atrevería a tanto, y que para perpetrar un ataque de esta índole es necesario bastante más que atrevimiento.
Para los vecinos y vecinas, entonces, es indudable que, más allá de los motivos específicos, un atentado de estas características sólo puede producirse cuando existen condiciones que favorecen y garantizan impunidad, impunidad ante la que las instituciones -o mejor dicho,
quienes las conducen- en Río Negro se han manifestado totalmente ineficaces, en el mejor de los casos, o absolutamente funcionales, en el peor.
En este orden, lo vecinos y vecinas comparten el sentimiento de la jueza Liliana Piccinini, integrante del Superior Tribunal de Justicia, quien dijo sentirse "ultrajada" por el ataque al edificio. Pero desde el lugar de vecinos y vecinas, sienten la necesidad de decir que a ese ultraje se suma el que sistemáticamente padece la comunidad rionegrina con todos y
cada uno de los crímenes no resueltos en la provincia, o con cada una de las niñas y adolescentes abusadas, o con el de cada joven vulnerable abandonado a su suerte.
Ese mismo sentimiento que manifiesta ahora la Sra. Piccinini es el que nos embarga cuando las causas por corrupción prescriben o se diluyen en las idas y vueltas de la burocracia y de los tecnicismos. O cuando se le facilita la "huida" a un ministro sin la necesidad de que explique qué hizo o dejó de hacer en su cargo premiándolo, además, con un lugar en
la Legislatura. O cuando la única respuesta a las problemáticas profundas y urgentes de la comunidad es el silencio y la indiferencia.
Ese sentimiento, multiplicado hasta lo intolerable, es el que nos ahoga al saber que los asesinos de Atahualpa caminan junto a nosotros en nuestra ciudad.
Es por ello que para los vecinos y vecinas es imposible no observar este atentando como consecuencia de las mismas condiciones de precariedad, ineficiencia, vulnerabilidad y, en muchos casos, lamentablemente, complicidad institucional con la impunidad, y es por ello la necesidad urgente de su esclarecimiento.
Los vecinos reconocen que en estos últimos tiempos una voluntad y un compromiso diferente hacia la ciudadanía ha comenzado a manifestarse por parte de algunos, unos pocos, funcionarios judiciales -voluntad y compromiso contra los que quizá se haya producido este atentado-, pero estructuralmente tanto el Poder Judicial como los otros dos poderes del
Estado, aún deben recorrer un largo camino para ponerse al servicio de la comunidad, evitando ser víctimas de los monstruos que han ayudado a crear.

31 diciembre 2025
Viedma