Luego de agradecer el trabajo “fundamental” de los medios, Mariela aseguró que cuando ayer estaba preparando todo para encadenarse, tal como lo había prometido, cerca de las 5 de la tarde llegó el esperado llamado telefónico con la solución. 

“Yo no estoy equivocada para nada. Era perseguida. Me dieron a entender que de allá jamás llegó la documentación mía a Viedma. Mi contrato no fue evaluado nunca para la renovación. No hay papeles míos, los estoy entregando por primera vez”.

Mariela se reunió María de los Ángeles Migone, funcionaria de Educación. “Fue una reunión larga”, dijo la trabajadora, quien aseguró haber descubierto que al Ministerio enviaron información errónea para evitar su continuidad laboral. 

Según señaló, la funcionaria entendía que eran seis las porteras que se desempeñaban en ese establecimiento, cuando en realidad son cinco. “Dijeron que había una trabajadora que en realidad está en otra escuela para que a mi no me reincorporen”, dijo.

Mariela aseguró que “es una persecución política porque nadie me dijo que me quedaba sin trabajo y además no ingresó nadie a la escuela para reemplazarme”.

Agradeció a la dirigencia de UPCN, donde permaneció gran parte del día de ayer, especialmente a Jorge Molina, referente gremial del sector No Docente, porque “no me dejó nunca sola”.

“Ahora yo vuelvo a Lamarque. Voy a ver que me va a pasar allá. Yo vuelvo en el mismo colegio, con la misma directora que estaba desesperada y me pidió que vuelva con todos los papeles”, recalcó la mujer a FM de la Costa.

Mariela aseguró que hoy mismo viaja a su ciudad. “El mal que este señor me hizo (por Arroyo) le va a volver triplicado. Todo vuelve, pero vuelve en vida”.