En ese momento, un grupo de obreros, encabezados por el secretario adjunto de UOCRA, Edgardo Cancino, se presentó en el lugar y demolió la precaria casa que un vecino extranjero había construido en un lote que no le pertenecía.

En medio de la situación, llegaron al lugar Aldo Capretti y Hugo Aranea, referentes del Foro Permanente por la Vida Digna, para tratar de tranquilizar el clima, pero el efecto logrado fue el contrario. Resultaron agredidos y se los retiró del lugar por la fuerza ante una sorprendente inacción policial.

Sin embargo, con el correr de los meses la situación volvió a repetirse al punto que tres de los 64 terrenos permanecen usurpados y por eso se demoraría la entrega del plan de viviendas que ya está prácticamente terminado.

Miller recordó que en ese momento “se nos cuestionó muy duramente, más que nada por la gente de la CTA, porque salimos a defender la usurpación de los terrenos de estas casas”.

“Pero ahora, por culpa de una persona que no piensa en otros que están en su misma situación, no se pudo completar el barrio”, dijo el líder de UOCRA, quien además reclamó acciones concretas al IPPV.

“Esta persona que usurpó le está sacando la posibilidad a una familia con hijos de tener su propia casa. Queremos que desalojen a esa persona y se comiencen a construir las tres casas que faltan. Eso llevará tranquilidad a estas familias que deberán esperar un tiempito más”, dijo Miller a FM de la Costa.

Señaló que “quisiera ver a Capretti y compañía, que tanto nos criticaron. Me gustaría ver que dicen ante esta situación y como defienden a los compañeros que les usurparon los terrenos”.

Miller defendió la actitud de los obreros que aquel día de 2010 sacaron por la fuerza a los usurpadores porque “si no fuese por eso hoy no estaríamos hablando tres viviendas, sino de 15 o 20”.