14 diciembre 2011
Viedma
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Neyra, quien formó parte activa de la conformación de la agrupación disidente a la conducción de Damián Miller, fue uno de los trabajadores que quedó detenido, junto a Pablo Molina quien fue interceptado en las puertas del Concejo Deliberante tras una breve persecución.
“Estuvimos tres días en la Comisaría 1º y el resto en la Alcaidía”, recordó Neyra, en contacto con LA PALABRA y dijo que “los primeros días fueron difíciles porque entramos en el pabellón 2, que es un grupo de muchachos que están trabajando mucho para salir en libertad, pero justo estaban enfrentados con la gente del otro pabellón y fueron momentos duros”.
Además, criticó las condiciones de vida de la alcaidía donde “se vive muy mal y los pabellones son un desastre”.
Sobre los hechos ocurridos el 30 de noviembre, y que aún son motivo de investigación, Neyra recordó que todo se inició cuando el obrero sanatoniense Alberto Molina se preparaba para participar de una rueda de reconocimiento por la golpiza que había sufrido en su ciudad.
“Todo esto lo hicieron para evitar que Alberto llegue a la rueda de reconocimiento por lo que le hicieron. Lo golpearon, lo dieron por muerto y hasta quisieron cortarle un dedo. Y sucede que en la rueda el reconoció a una persona y es parte del Secretariado de UOCRA”, dijo Neyra.
Recordó que ese día “cuando íbamos a la Justicia para participar de la rueda de reconocimiento decidimos pasar por la Delegación de Trabajo de Nación que está pegada al edificio de la obra social de UOCRA. Ahí nos cruzamos con los hermanos Riquelme (cercanos a Miller) que empezaron a amenazarlo a Molina y nos mostraron armas”.
“Nosotros igual entramos a Trabajo y ellos entraron atrás nuestro.
“En ese momento, Pablo empezó a correr por el miedo que tenía y todos salieron corriendo atrás de él porque lo confundieron con Alberto y querían evitar que llegue a la Justicia. Pero no pudieron, Alberto llegó a tribunales y a Pablo lo encontramos arrestado”, reseñó.
Dijo que la policía “lo había entregado para que esta gente de UOCRA le pegue en el piso”, y recordó que “le daban patadas y le pegaban con un caño de gas”.
Neyra aseguró que entre las personas que golpeaban a Molina en el piso estaba el hijo de Edgardo Cancino, integrante de la conducción de UOCRA. Incluso recordó que “le dispararon y la bala le rozó el tobillo”
Dijo desconocer si el detenido llevaba un arma consigo y solo recordaba que “estuvo con una mochila todo el tiempo”. Cabe recordar que durante la detención de Molina se secuestró una pistola 9 mm.
En el medio del operativo, Neyra recordó que “la Policía nos pidió que vayamos en calidad de testigos de lo que había pasado y al final quedamos automáticamente detenidos e incomunicados. Días después terminé en la Alcaidía”.
“Quedamos en libertad por falta de pruebas, pero seguimos vinculados al hecho”, dijo el obrero, quien aseguró que todos “quedaron muy dolidos por lo que pasó y las familias están destrozadas”.
“Somos nadie y nos enfrentamos contra gente que manipula y porque tiene dinero hace lo que quiere”, dijo finalmente.
10 diciembre 2024
Viedma