El ministro de Obras Públicas de Río Negro, Alejandro Echarren, lanzó fuertes críticas al Gobierno nacional por la paralización del financiamiento de proyectos y la “demonización” de la obra pública, durante un acto realizado en Viedma junto al intendente Marcos Castro.

El funcionario provincial remarcó que la relación entre las provincias y la Nación atraviesa “uno de los peores momentos”, debido a la falta de respuestas y a la suspensión de recursos para obras de infraestructura. “Lamentablemente, la obra pública ha sido demonizada total y absolutamente. Hoy pareciera que es sinónimo de corrupción, cuando en realidad es la principal herramienta para motorizar la economía de cada localidad”, expresó.

Echarren defendió el modo de trabajo que lleva adelante Río Negro en cada licitación, “de cara a la comunidad y con transparencia”. Explicó que desde hace 14 años los procesos se realizan en actos públicos con presencia de vecinos e intendentes, lo que, según dijo, garantiza confianza en las gestiones. “No comprendemos otra manera de hacerlo que no sea abierta y participativa. Es la única forma de que la sociedad vuelva a creer en la dirigencia política”, subrayó.

El ministro advirtió que la decisión del Gobierno nacional de cortar el financiamiento impacta de lleno en los municipios, y recordó que al inicio de la actual gestión provincial había 45 obras paralizadas por fondos retenidos. “Estamos tratando de auxiliar a los municipios para que esas obras se puedan terminar. Con Marcos lo hicimos con la nueva terminal de ómnibus, y seguimos trabajando en conjunto para sostener proyectos que son claves para las comunidades”, afirmó.

Echarren también valoró el rol económico del sector de la construcción en cada localidad. “El obrero que trabaja en una obra no se va a Miami a gastar su salario: lo invierte en el kiosco, en el almacén, en su barrio. La obra pública dinamiza la economía de manera directa e inmediata”, señaló.

Finalmente, destacó la importancia del trabajo coordinado con los intendentes de todos los signos políticos. “Nadie mejor que un jefe comunal elegido por su pueblo para decir cuáles son las necesidades de su ciudad. La obra pública es parte de esa respuesta y no podemos dejar que se la siga estigmatizando”, cerró Echarren.