Durante una reciente conferencia de prensa en Viedma, un intercambio cargado de tensión se produjo entre el vecino del barrio Esperanza, Juan Haedo, y el intendente de la ciudad, Marcos Castro. La conversación giró en torno a la crítica situación de las calles del barrio, que carecen de infraestructura básica, como el acceso a agua, luz, y un sistema de transporte adecuado. Haedo, conocido por su activismo en la zona, denunció la falta de atención del municipio en la reparación de las calles y la falta de recursos en el área de obras públicas.
Haedo, quien aclaró que el barrio se encuentra legalizado y compuesto mayormente por trabajadores honestos, relató la dificultad diaria que enfrentan los vecinos debido al mal estado de las calles, particularmente en la zona de la calle 30. "Estamos bien al fondo, donde la cámara no llega, ni la luz, ni el agua", explicó Haedo, quien también destacó que a pesar de los esfuerzos por organizarse, como la quema de cubiertas, la situación sigue sin solución. "El problema no es solo la falta de máquinas, es la falta de previsión en años anteriores. Nadie se preparó para el invierno, ni para el crecimiento del barrio", agregó.
El vecino relató casos preocupantes, como la dificultad para acceder al barrio durante las lluvias, y un incidente reciente en el que un niño fue mordido por un perro, debido a la inaccesibilidad para los servicios de emergencia. "La ambulancia no puede entrar, los bomberos no pueden llegar si se quema una casa", lamentó Haedo, visibilizando las graves consecuencias que tiene la falta de infraestructura básica en la zona.
Por su parte, el intendente Castro reconoció los problemas en el barrio, aunque defendió la gestión del municipio, asegurando que el gobierno ha intervenido en varias ocasiones en el sector, como en el caso del tendido eléctrico del barrio 30 de Marzo. "Sabemos lo que está pasando en la zona. Hace menos de un mes, estuvimos trabajando en la calle 30, y hemos mejorado algunas partes del barrio. Pero no todo depende de nosotros. Los recursos son limitados", explicó Castro, quien también subrayó que el gobierno ha priorizado la mejora de la infraestructura en otros puntos de la ciudad.
En respuesta a las críticas de Haedo sobre la falta de máquinas en obras públicas, el intendente aseguró que la ciudad actualmente cuenta con dos máquinas motoniveladoras operativas y que pronto se adquirirá una tercera. "Entendemos la gravedad de la situación. Vamos a seguir trabajando, pero necesitamos que el clima y los recursos nos acompañen", dijo Castro, tratando de calmar los ánimos. También destacó que la reparación de las calles no solo es un desafío económico, sino logístico, y que se necesitan grandes inversiones para solucionar los problemas a largo plazo.
Ambos interlocutores coincidieron en la necesidad de seguir trabajando juntos para mejorar las condiciones del barrio. Sin embargo, la falta de confianza y los desacuerdos sobre las prioridades en la gestión pública quedaron evidentes en el tenso intercambio. "No me importa saber por qué lo hiciste. Lo que importa es que esto se solucione", concluyó Haedo, mientras Castro reiteraba su compromiso de continuar con las obras en la ciudad.
El debate subraya la creciente preocupación entre los vecinos del barrio Esperanza por la falta de infraestructura básica y la incapacidad de las autoridades locales para resolver los problemas a tiempo. A pesar de los esfuerzos de la gestión municipal, las soluciones propuestas parecen no ser suficientes para satisfacer las necesidades urgentes de la comunidad.
16 mayo 2025
Viedma