Por la alta cotización del pescado en la zona se retrae la demanda

La gente reduce los días que come el producto en Semana Santa

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Con la Semana Santa acercándose, la tradición de comer pescado se hace presente en toda la región. Sin embargo, este año se han observado precios bastante distintos y distorsionados respecto del año pasado. El encarecimiento del pescado parece ser, en gran medida, consecuencia de la inflación.

Según algunos precios relevados por este medio, el kilo de merluza en Viedma se consigue a 1.300 pesos, mientras que el lenguado se vende a 2.600 pesos y la corvina a 1.500 pesos. Los langostinos pelados cotizan a 5.200 pesos y los camarones pelados a 6.000 pesos. Lo más caro es el pulpo español, que cuesta 8.000 pesos el kilo. Por otro lado, la cazuela se consigue a 3.600 pesos el kilo.

Los dueños de las pescaderías señalan que a diferencia de otros años, la gente ahora compra solo para esos días, cuando en realidad antes se compraba para toda la semana. Esta situación puede deberse a la incertidumbre económica que se vive en el país.

En conclusión, los precios del pescado han sufrido un importante aumento debido a la inflación. Los consumidores han modificado su comportamiento de compra, adquiriendo solo lo necesario para los días de Semana Santa. Queda por ver si esta tendencia se mantendrá en el futuro o si volveremos a los hábitos de compra de antes.

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