El Partido Socialista avanza en un acuerdo electoral con la Unidad Popular a nivel provincial y no descarta apoyar la candidatura de Mario Sabbatella a la intendencia de Viedma.

Luego de la renuncia del presidente del PS, Damián Lazota por la imposibilidad de concretar alianzas con el FIT y con el Nuevo Mas y la confirmación de que el dirigente socialista Mario Alvarez será candidato a intendente por Unidad Popular en Roca, la fuerza que ahora conduce Paolo Etchepareborda avanza en la consolidación de un acuerdo con el partido que tiene como principal referente a Rodolfo Aguiar.

Etchepareborda aclaró que “aún no está cerrado el acuerdo con Unidad Popular, necesitamos poner algunos condicionamientos, porque nuestro partido está sostenido por el esfuerzo de compañeros, sin tener plata, lo cual es muy importante, y nosotros no nos vamos a llamar Unidad Popular, sino que vamos a incorporarnos a una alianza entre las dos fuerzas”.

También cuestionó no haber podido discutir el candidato de Unidad Popular en Viedma, que se definió que será Mario Sabbatella. “Podemos estar en ese esquema pero lo tenemos que discutir. Más allá que la proyección electoral de Sabbatella permite arrancar con expectativas de poder ingresar al Concejo Deliberante creemos que el socialismo debería estar entre el primero y segundo lugar de la lista. Es un mal arranque que ya esté resuelto el candidato a intendente”, agregó.

En cuanto a la renuncia de Lazota dijo que “la decisión y la búsqueda de acordar con sectores de izquierda a nivel provincial surgió a partir de temáticas comunes como la defensa del ambiente, el rechazo al extractivismo y cuestiones de género. Hemos tenido un fuerte acercamiento a los espacios de izquierda y lo compartíamos todos los compañeros. Pero había dos miradas, una que veía posible hacer una alianza electoral en la provincia más allá de lo que ocurriera a nivel nacional y otros que entendíamos que era más difícil y que había pensar otras alternativas”.

Indicó que “eso provocó una molestia a los compañeros, provocó el enojo -de Lazota- por quien tengo un aprecio personal, me acompañó en toda la campaña, pero en su carta es como que los que nos quedamos somos incoherentes, su enojo personal generó esa nota de opinión que no la comparto pero lo entiendo”.

Dijo que “él entiende que se trabajó en la sombras para que no se diera -el acuerdo con partidos de izquierda- pero en mi caso, dentro del sindicalismo es muy difícil, yo no era el mejor operador para desarrollar las negociaciones”.