Fedorco: "Emocionalmente para el personal de salud ha sido un año muy duro"

Se cumple un año del inicio de la cuarentena ante la emergencia sanitaria por el COVID-19

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Al cumplirse un año del inicio de la cuarentena ante la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19, las recomendaciones del personal de salud siguen siendo las mismas: mantener el distanciamiento, uso del tapaboca, evitar las reuniones con más de 15 personas, que se realicen en lugares ventilados y el lavado de manos o uso de alcohol en gel. 

"Simplemente eso le pedimos a la comunidad, que colabore en esas situaciones", manifestó Liliana Fedorco, médica que coordina el Plan de Contingencia COVID-19 en el hospital Artémides Zatti. 

Mientras agrega: "No basta que salud disponga de camas y elementos, sino que la comunidad también tiene que tener un compromiso y acompañarnos en esto".

En cuanto al balance desde el inicio de la cuarentena. La médica manifestó que "hoy hay sensaciones encontradas, si bien tenemos vacunas, tuvimos un año de mucho agotamiento físico y mental para todas las personas, porque el aislamiento fue muy largo y la gente se agotó y después incumplió las normas". 

"Fuimos teniendo brotes, rebrotes. Hoy por suerte podemos contar con muchos menos casos que en diciembre, pero cuesta bajar los números. Por suerte en estos últimos días todos los hisopados que estamos haciendo son escasos los positivos, eso nos ayuda bastante, pero estamos ante el riesgo de la segunda ola, que es a nivel mundial y la Argentina no será la excepción", expresó Fedorco. 

"Por eso digo de sentimientos encontrados, porque el hecho de tener la vacuna es algo importante, que pone feliz a mucha gente, pero la vacuna a lo que nos ayuda es a tener la enfermedad en condiciones más leves, igual la podemos tener, y ahora tenemos en el país dos cepas que andan dando vueltas, la Manaos y la de Gran Bretaña, que eso asusta un poco", agregó la médica. 

Consultada por su experiencia personal, teniendo en cuenta que hace 25 años es médica del hospital de Viedma, Fedorco reconoció que "nunca me imaginé llegar a esta situación, fue un año difícil, de encuentros, acuerdos y desacuerdos, que un día decíamos una cosa y al otro día teníamos que cambiar, porque es todo nuevo". 

"Se atiende al paciente de diferente manera, el duelo del paciente COVID es muy difícil para la familia, lamentablemente, porque al paciente uno lo diagnostica con un hisopado, lo sigue por teléfono, después se interna, si pasa eso la familia no lo puede acompañar. Si ese paciente fallece nosotros permitimos que vengan en el último momento, pero sólo uno o dos familiares. Así que es un fallecimiento muy patológico porque uno no puede estar en el último momento con ese familiar querido, entonces es difícil para el que está enfermo y tiene que estar internado y para el familiar que tiene un enfermo dentro del hospital, porque son muchos días de internación, hay pacientes que han estado 40 o 50 días internados", detalló. 

Fedorco explicó que "se hace muy difícil para las personas estar solos en una habitación, sin ningún familiar, sin ningún afecto. Si bien se hacen videollamadas, se charla, estar sólo 24 horas con dificultad respiratoria, con sensación de falta de aire, que uno lo asocia con que 'me voy a morir', entonces para el paciente es muy complicada la sensación". 

Y para el personal de salud "fue un año muy difícil, porque tuvimos que acompañar", remarcó. 

"El paciente sabe cuando las cosas no van bien, porque va viendo y uno tiene que hablar y explicar, y hay veces en que la medicina no alcanza. Acá las relaciones personales, médico-paciente, enfermero-paciente. Detrás de un paciente COVID hay muchísima gente, la enfermera, bioquímicos, mucamos, kinesiólogos, médicos, los chicos que hacen la placas o tomografías, el camillero, hay mucha gente atendiendo a un paciente, a veces las cosas son positivas, y a veces no son tan positivas y eso agota mucho al personal y produce mucho stress", indicó.

Fedorco detalló que "Viedma lleva cien fallecidos, donde hemos tenido dos o tres integrantes de una misma familia fallecida. Ls hemos tenido internado en conjunto, así que eso ha sido un golpe muy duro para nosotros, porque nunca nos pasó que de una familia se nos mueran tres o dos, madre e hijo, dos hermanos, es una situación complicada. Emocionalmente para el persona de salud ha sido un año muy duro", indicó. 

En cuanto a los aspectos "positivos" de la pandemia. La médica consideró que "todo el personal de salud ha aprendido con cada uno de nuestros pacientes. Yo siempre digo que uno con cada paciente aprende y en esta pandemia hemos aprendido diariamente situaciones críticas, situaciones de felicidad, tristeza, que cada uno nos ha hecho vivir distinta situación. Fue un año muy duro para todos". 

No obstante, "hemos aprendido mucho en cuanto a esta enfermedad, que no se conocían muchas cosas. Hemos aprendido a tratarla, la parte respiratoria y kinesiología ha tenido que aprender a manejar equipos que habitualmente no manejábamos en sala. Nosotros en sala hemos tenido que manejar respiradores, para adaptarnos a la situación de cada paciente". 

Finalmente, Fedorco envió un mensaje a la comunidad: "Como siempre les pido que se sigan cuidando, que esto no terminó. Tenemos que trabajar todos en conjunto, porque no basta que salud disponga de camas y elementos, sino que la comunidad también tiene que tener un compromiso y acompañarnos en esto".

"Gracias a Dios tenemos pocos pacientes, pero si volvemos al brote que tuvimos en diciembre, con casi 600 pacientes, será una ola diferente, con cepas más agresivas, por lo que se ha visto a nivel mundial. Ojalá no llegue todo eso acá, pero bueno, así como llegó el primer caso, calculamos que seguirán apareciendo algunos casos acá", remarcó Fedorco. 

Mientras añadió que "simplemente con el uso del barbijo, el distanciamiento social, no hacer reuniones familiares de más de 10 o 15 personas, con ambientes ventilados, estamos haciendo un montón. Simplemente eso le pedimos a la comunidad, que colabore en esas situaciones". 

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