La Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción de Viedma manifestó públicamente  su preocupación ante situaciones que consideró como “sumamente negativas para el futuro de las pequeñas y medianas empresas”. La entidad se refiere a la suba aplicada en los valores del Monotributo, del orden del 51%, y al posible aumento en los Ingresos Brutos, como resultado de la suspensión del Pacto Fiscal de 2017.

La entidad empresaria entiende que ambas circunstancias “impactarán fuertemente en las capacidades de las PyMEs, verdadero motor del desarrollo, ya muy afectadas a raíz de una desacertada política económica gubernamental en los últimos años”.

En ese sentido, la presidenta de la institución, Giselle Iaccarino, resaltó que "las pequeñas y medianas empresas constituyen el soporte principal del sistema productivo del país, generadoras además de fuentes de trabajo, con lo que benefician a la sociedad en general". Por ello -agregó-, "resulta imprescindible contribuir a su crecimiento, a fin de usufructuar, entre todos y en forma duradera, el resultado de sus capacidades, en lugar de aprovechar sólo transitoriamente la escasa rentabilidad que vienen teniendo".

Desde la Cámara recordaron que, con respecto al Monotributo, la actualización afecta a las escalas más altas, “porque apenas la AFIP detecte que el contribuyente superó el nuevo límite, lo incluye en el Régimen General. También el efecto negativo se da sobre las categorías menores, que pasan a pagar un impuesto más alto”.

“Y en cuanto a Ingresos Brutos, la suspensión del Pacto Fiscal 2017 podría destrabar los límites que el mismo impone. Entre las actividades que se verían afectadas figuran el comercio, los restaurantes y hoteles”, indicaron.

Mencionaron que ya en 2018, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), aseguraba que “si prosperan las subas de Ingresos Brutos, así como el impuesto inmobiliario, inevitablemente se van a resentir el consumo y la actividad económica”, por lo que solicitaba a las provincias evitarlo.

Finalmente detallaron que actualmente funcionan en Argentina más de 650.000 PyMEs, que representan el 99.6% del total de unidades económicas, aportando casi el 70% del empleo, el 50% de las ventas y más del 30% del valor agregado. “Todo ello a pesar de que las PyMEs enfrentan desde hace tiempo una situación crítica, demostrada por el cierre constante de emprendimientos, afectados, entre otras causas, por la apertura indiscriminada de importaciones, la falta de financiación accesible, las elevadas tasas, los tarifazos y la dolarización de los servicios públicos”.