La reapertura
del complejo La Balsa -más conocido como Sal y Fuego- viene demorada una vez
más y el lugar probablemente no estará en funcionamiento antes del inicio de la
temporada de verano, para la que falta algo más de un mes. El nuevo
concesionario ya realiza trabajos en el local, pero las empresas que llevan
adelante las obras de recuperación, y que fueron contratadas por la
Municipalidad, no respetaron los plazos comprometidos.
Hace casi
un año que se fueron los últimos concesionarios dejando el lugar desmantelado,
por no estar de acuerdo con el resultado, adverso para ellos, de la licitación
municipal del emprendimiento. Habían usufructuado el local por más de 12 años.
En este
marco, hay un juicio pendiente que inició la Municipalidad por el estado deplorable
en el que les fue entregado el bien hace aproximadamente un año.
Las obras
de reparaciones y reconexión de los servicios para la puesta en funcionamiento
del lugar, después de los destrozos ocasionados por el concesionario anterior,
se está llevando adelante desde hace meses, pero varias de las empresas
contratadas por el municipio para realizar esos trabajos están demoradas y no
cumplieron con el plazo establecido en el contrato.
Se estimaba
que para fines de octubre el nuevo concesionario -que espera hace dos años para
tomar posesión del bien- debía comenzar con la instalación del equipamiento que
ya adquirió para poder explotar el emprendimiento desde la temporada 2019-2020.
Iniciado noviembre, ya se asume que no va a poder hacerlo en los próximos 30
días porque el lugar no está en condiciones.

19 diciembre 2025
Viedma