Finalizó juicio por presuntas vejaciones en Choele Choel

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El hecho que se les imputa, del cual resultaron víctimas un hombre mayor y su hijo, ocurrió el 29 de julio de 2005 en Choele Choel. Según se sostuvo en la acusación, el episodio comenzó sobre la Ruta 22, cuando las víctimas provenían de un campo y transportaban dos animales vacunos de su propiedad y un tercer animal faenado en un camión Mercedes Benz. El procedimiento realizado sobre la ruta respondió a un “llamado anónimo” a la unidad policial que denunciaba el presunto traslado de animales robados. En esas circunstancias, los policías habrían increpado con agresiones verbales a los hacendados y luego, frente al domicilio de las víctimas, habrían reducido violentamente y esposado al hombre mayor y habrían golpeado y lesionado al hijo de aquel, llevándose a ambos detenidos.
 
En la audiencia de hoy dos de los imputados ejercieron su derecho de explicar su versión de los hechos, brindado declaración indagatoria ante los jueces Daniel Tobares, Alejandro Pellizzón y Emilio Stadler. Luego el Fiscal de Cámara subrogante Miguel Fernández Jahde solicitó que los cuatro efectivos sean condenados a 3 años de prisión de ejecución condicional y 6 años de inhabilitación especial para ejercer la función policial.
 
Por su parte, los defensores particulares Juan Luis Vincenty (por uno de los imputados) y Pablo Iribarren y Oscar Pineda (por los restantes tres), alegaron por las absoluciones plenas de sus representados. Formularon alegatos sobre la insubsistencia de la acción penal y la prescripción y sostuvieron que la detención de los dos hombres fue “en cumplimiento del deber y mediante un uso racional de la fuerza pública sobre personas que estaban en flagrante desobediencia a la autoridad”, pues según la hipótesis defensista, los hacendados desoyeron reiteradamente la orden de alto de la Policía y continuaron su recorrido a bordo del camión pese a que los seguían con un patrullero con sirena y balizas y con una moto policial.
 
El artículo 144 bis, inc. 2, del Código Penal reprime con penas de 1 a 5 años de prisión e inhabilitación especial por doble tiempo al “funcionario que desempeñando un acto de servicio cometiera cualquier vejación contra las personas o les aplicare apremios ilegales”.
 
La sentencia se conocerá el próximo 7 de julio, al mediodía.

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