Ambos se encontraban imputados por un episodio ocurrido el 9 de Junio de 2014, cuando en una pequeña celda de la Estación de Policía Comunal, los policías habrían torturado a la víctima.

Los testimonios

Los imputados declararon su inocencia durante la presentación de testimonios del séptimo juicio por jurados en Bahía.

La expectativa rondó en torno a los dichos de la sargento Cintia Gisela Sañico, quien afirmó que Paredes le pegó a García y que junto a Bray lo llevaron a una sala de archivos donde se escucharon llantos y quejas de dolor.

"No me peguen, por favor", contó la oficial durante el juicio.

Pero, al contrario, el doctor Milani indicó que durante la revisación médica posterior a la supuesta agresión, García no presentaba signos de violencia.

“Básicamente, las declaraciones de ambos (acusados) fueron totalmente concordantes con las realizadas en la IPP (Instrucción Previa Preparatoria), negando absolutamente las imputaciones y asegurando no haber cometido algún tipo de acto de violencia”, comentó el abogado Marcelo Manuel Maza, quien junto a su colega Francisco Favrat, representan legalmente a los procesados.

Mencionó el resultado de una pericia realizada a una claraboya (una ventana con forma cóncava que estaba sin colocar en un calabozo), la que demostraría que no estaba en condiciones de contener agua, y que había sido señalada por la acusación como un elemento utilizado para realizar los supuestos actos de tortura.

Según aseguró el abogado, Bray y Paredes “se declararon ajenos a los hechos y sus dichos fueron concordantes con los testimonios realizadas por los efectivos y el médico”.

La acusación

“Paredes le pegó dos golpes de puño en la boca y con Bray lo llevaron a rastras adonde antes funcionaba la oficina de archivos. Escuchaba a García llorar, quejarse de dolor y decirles `no me peguen, por favor´”. La declaración corresponde a la sargento de policía Cintia Gisela Sañico (30), quien con su teléfono celular grabó un audio del momento en que Bray y Paredes presuntamente amenazaban y torturaban a García.

“Vi entrar a García esposado con las manos atrás y lo pusieron en posición fetal, mirando a la pared y con las piernas cruzadas. Me dijo que tres tipos le querían pegar porque había estado con la novia de uno de ellos, entonces se metió en el supermercado La Anónima, llamó a la policía dando otro nombre y lo fueron a buscar”, relató Sañico, quien en ese momento se desempeñaba como imaginaria en los calabozos de la seccional maragata.

“(Los policías acusados) querían que García se hiciera cargo de un robo cometido en un taller mecánico. Lo amenazaron preguntándole si quería `aparecer muerto´”, agregó.

Sostuvo que poco después los imputados se retiraron de la seccional y que “entré en la habitación y García tenía la cabeza mojada, le salía sangre de la boca. Me pidió por favor que me quedara con él y llamara a su mamá; mediante señas me dijo el número y le mandé un mensaje”, completó la mujer respecto del hecho ocurrido el 9 de junio de 2014.

Sañico agregó que al día siguiente se reunió con Patricia Mile Vicuña, madre de la víctima, y le reenvió vía bluetooth a su teléfono móvil los dos archivos de audio que había registrado.

La progenitora de García atestiguó en el mismo sentido y mencionó que a su hijo “le plantaron un arma y tuvo que declararse culpable”.

FUENTE: La Nueva