“Por la hazaña a Sarandi”

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     El sábado pasado el Aurinegro recibió a Estudiantes por la ida de la final de la liguilla pre-sudamericana. Fue en el Carminatti de Bahía Blanca, con un estadio repleto que pudo observar dos equipos con mucho por perder pero que hicieron lo posible por festejar lo buscado. Ese mismo público que llenó el estadio también fue testigo de un arbitraje bochornoso de Jorge Baliño; no por incidencia directa determinante como puede ser regalar un penal o anular un gol licito, sino por lo que fue, para nosotros, inclinar la cancha a fuerza de tarjetas y dejar el camino allanado para la vuelta.

     En el primer tiempo se jugó poco, Olimpo no pudo encontrar los espacios que venía teniendo Amoroso en los últimos encuentros, ni pudo dejar a Acuña frente a frente con Hilario Navarro. Encina tampoco encontró los espacios para desequilibrar. Estudiantes no fue ofensivo en todo el torneo y este partido no fue la excepción, Cerutti juega de volante y Fernández termina siendo el único libre de la obligación de marca. El protagonista central fue Baliño, en nuestra humilde opinión.

     Olimpo arrancó el partido con 3 jugadores (Villanueva, Quiroga y Acuña) con cuatro amarillas, al borde de la suspensión; el árbitro a los 15´minutos amonestó a Villanueva por una infracción que nosotros no juzgamos ni como foul simple, a la salida de ese tiro libre, tras un cambio de frente, el referee cobró otra infracción intrascendente y, ahora, amonestó a Quiroga; pero lo peor fue que 3 minutos después amonestó a Acuña por “tirarle un codazo” a Desabato, cuando el reglamento claramente indica que sería jugada de expulsión (lo que no convendría a ningún plan de arreglo porque eso saldría en los resúmenes de los diferentes programas televisivos); claro está que, nosotros no vimos ningún codazo y Desabato no reclamó nada en esa jugada. En fin, en 18 minutos si nuestra sospecha es cierta “el trabajo estaba hecho”, Olimpo ya había perdido (ya lo habían despojado) a sus dos laterales y a su goleador para el partido de vuelta.

     A los 23`de la primera mitad la Gata Fernández aprovechó un centro al ras del piso tras un rechazo fallido de la defensa local que llegó de izquierda a derecha y mandó a Olimpo a sacar del medio.

     La reacción nunca llegó a buen puerto y el segundo tiempo no mostró mejor fútbol. El Aurinegro no encontró el carril al empate y Estudiantes que estaba cómodo empatando, en el complemento nunca puso más de tres jugadores en posición ofensiva. Sobre el final, a los 42`Mansilla vio la roja por un patadón a Barbona (que no discutimos, porque si bien no era último hombre, la gravedad de la infracción justificaba la expulsión) y en la misma jugada Herrera por exceso verbal también fue al vestuario antes del final.

     En síntesis, como bien lo resumió Osella, Olimpo desde su llegada tiene un plantel con 22 profesionales de los cuales 3 están recién operados; quedaban 19 pero este último fin de semana se desgarró Encina, fueron expulsados Mansilla y Herrera, y llegaron a la quinta amarilla Villanueva, Quiroga y Acuña, lo que hace que quede un plantel de 13 jugadores (3 son arqueros), por lo tanto la misión de ganar por dos goles, o al menos por uno para forzar la definición por penales es más que difícil de cumplir.

     El sábado desde las 21:30hs, se jugará la revancha, será en Sarandí en la cancha de Arsenal, y con arbitraje de Federico Beligoy. Es importante aclarar que estará permitido el ingreso de público visitante.

      Para el último partido del año, Osella parará un 4-1-4-1 con estos 11 titulares: Champagne, Parnisari, Furios, Moiraghi, Martínez; Cobo; Amoroso, Porcari, Vega, Borrego; y Klusener.

     Antes de cerrar no podemos no mencionar que será el último partido en Olimpo de su capitán, del rionegrino Néstor “el Chino” Moiraghi, para nosotros el mejor defensor que Olimpo mostró en primera división en toda su historia, pero además una gran persona que siempre nos contestó cada cuestión que quisimos preguntarle para volcarla en nuestra Columna. Antes de cerrar, era necesaria la referencia porque si “nobleza obliga”, la suya lo imponía.

     Sin dudas la parada es brava y el Aurinegro va claramente de punto, con un equipo muleto, con un banco plagado de pibes, y sensibilizado por la migración de algunos referentes que se avecina, pero Olimpo es Olimpo, y si hay algo que mostró éste plantel es que sabe reponerse a la adversidad; si nos preguntan a nosotros sabemos que no vamos a ganar 5 a 0 pero le tenemos una fe bárbara ya que nunca se dio por vencido, ni en las batallas más crudas. La hora de la verdad será mañana, y quién nos quita la ilusión de que en siete días estaremos escribiendo sobre la primera copa internacional que jugará nuestro querido club.

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