La presidente de la comisión, Viviana Pereira (JSRN), expresó su beneplácito por la aprobación en este ámbito de la iniciativa de su par Norma Dellapítima, a partir del cual se pondrán en marcha “Kioscos Saludables” en todos los establecimientos educativos de gestión pública y privada del territorio provincial.

Señaló que el sistema educativo es “el ámbito propicio para generar buenos hábitos entre los niños” ya que varias enfermedades ligadas a una mala alimentación y otras como la bulimia y la anorexia, hoy se manifiestan en edades cada vez más precoces”.

La iniciativa, que se suma a otra anterior del legislador Jorge Ocampos (CC-ARI), auspicia incluir en los kioscos de las escuelas una variedad de alimentos que “deberán constituir al menos un 70 por ciento del volumen total de alimentos que ofrezcan, de acuerdo a recomendaciones que brindará el ministerio de Salud de la Provincia”.

Observó la autora al fundamentar su proyecto que las características actuales de los kioscos escolares “no contribuyen a la formación de hábitos alimentarios saludables, sino que promueven el consumo de golosinas, bebidas azucaradas y otros productos de alto contenido graso, que incrementan en los niños el riesgo de padecer caries dentales, sobrepeso, obesidad y otras enfermedades metabólicas”.

Protección integral al espectro autista

Pereira se refirió seguidamente al proyecto de ley presentado por los parlamentarios Humberto Marinao y Luis Esquivel (FpV) que promueven la creación del Sistema de Protección Integral de Personas Afectadas por el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La presidente de Sociales destacó el intenso trabajo legislativo realizado sobre el particular y que ha sido objeto de varias modificaciones en el ámbito de las comisiones. Consideró al respecto que “no se trata de una patología o de una postura de los niños en cuanto a su adaptación al medio, por lo que hablamos de un diagnóstico de equipos interdisciplinarios, no de un médico actuante, y de un tratamiento en red de diferentes actores relacionados con la problemática”.

Por otra parte se trata, agregó Peralta, de “no dejar el diagnóstico sujeto a un protocolo específico”, entre las principales reformas introducidas al proyecto original, “para poder atender este tema tan sensible y tan requerido por las familias de los niños con autismo”.