El domingo se había empezado a teñir de amarillo y negro desde temprano, cerca del mediodía la gente en los alrededores del estadio ya mostraba un semblante distinto al de hace un par de partidos , cuando ganar parecía una utopía. El Aurinegro venía de dos victorias consecutivas, algo que no sucedía desde hacía 14 meses, pero además Osella ya había confirmado el equipo y los hinchas sabían que volverían a ver de titular al jugador al que más cariño le tienen, por primera vez en el año el Chori era titular y eso aportaba un contenido extra. Jugaba desde el arranque el del sablazo de afuera contra Banfield, el del agónico gol a Colón para cerrar el 2013 afuera de todo, ese al que recibimos con una ovación que después se repetiría dos veces más.

     El primer tiempo mostró a dos equipos jugando a algo muy parecido al futbol, casi igual pero sin arcos. Ni Olimpo ni Newell´s llevaron peligro a las áreas, llegaban hasta tres cuartos de cancha y sus ataques se diluían, mientras que la emoción la aportaban los choques, la garra; aburrido como mínimo.

     En el complemento se vio la otra cara del equipo de Osella, la misma que apareció para los segundos cuarenta y cinco minutos en Liniers hace 15 días. Encina se ocupó menos de marcar, Acosta y Amoroso verticalizaron lo que habían lateralizado en la primera etapa, proyección y pelota, y el plan dio resultados. Igual que contra Vélez, después de meter el partido en el freezer un tiempo, Olimpo se llevó puesto al rival en un par de minutos. A los 6, un córner bien ejecutado por el sapito Encina pico en el área del visitante y cuando la pelota salía del rectángulo mayor el Chori Vega (para nosotros terminando una  jugada preparada) le empaló de zurda sin acomodarla, la puso pegada al ángulo superior derecho de Ustari que voló para una de las mejores fotos de la tarde, y la mando a dormir al fondo del rectángulo mágico. En ese momento la gente que prácticamente llenó el Carminatti le regaló a uno de sus ídolos la segunda ovación de la tarde. No habían pasado sesenta segundos cuando el inoxidable Maxi Rodríguez hizo temblar el palo izquierdo de Nereo, pero la suerte antes esquiva, hoy acompaña un poco más, y el peligro se disipó rápido. Cinco minutos después tras un planchazo de Villalva sobre su pierna derecha  Juan Ignacio Sills debió dejar la cancha con una fractura de tibia que le impedirá jugar el resto del torneo. Olimpo siguió buscando el arco de los rosarinos, por las bandas, y por el centro desde el ingreso de Cachete Acuña.

     A los 39 del complemento Osella metió el tercer cambio, mandó a la cancha a Bollero y el Chori se llevó la tercera ovación de la tarde. A los 44´ Acuña aprovechó un bochazo de Nereo que le bajó Amoroso para definir por sobre el cuerpo de Ustari y sentenciar la historia.

     Este fin de semana no habrá futbol de primera división por la celebración de las P.A.S.O., y recién el próximo viernes 14 volverá a jugar Olimpo cuando en el estadio Eva Perón de la ciudad de Junín, visite a Sarmiento.

     No queremos cerrar la columna de hoy sin hacer la mención que se merece Osella, quien desde su llegada nos hacía hablar de la venida de un gran motivador  y eso puede verse reflejado en la performance impecable que mostraron algunos de los ingresos obligados ante las suspensiones, jugadores que no venían siendo tenidos muy en cuenta como Vega, y lo mismo vale para Herrera; y hoy queremos ir más allá, queremos ser justos porque la pretendida honestidad intelectual con la que decimos escribir lo exige, este Olimpo recuperó no sólo la actitud, este equipo tiene un plan, que a alguno puede no gustarle pero que es un plan valedero y buenos resultados muestra, Olimpo te freeza en el primer tiempo, no te da un metro de ventaja en ningún sector de la cancha y acelerando de entrada en el segundo periodo consigue lo que necesita, uno o dos goles.

     Tampoco queremos dejar de reflejar el acompañamiento de la gente, esa que no pedía más que este cambio actitudinal del que hablamos y que rápidamente ha vuelto a colmar las gradas de la cancha.

          Cerramos como abrimos, con el alago obligado, porque no nos cansamos de decir que Olimpo tiene en Champagne a un arquero de primera, a un gran defensor en su capitán Moiraghi, a Cobos en su mejor momento y a dos puntas que ahora sí las pelean todas, el resto no desentona y cada vez es más difícil destacar a uno sólo, hoy “hay equipo”, aunque esta vez el podio se lo roba uno solo.

     Vega enaltece, engalana el futbol argentino, y la emoción está justificada, porque además de un jugador muy bien dotado técnicamente, hablando de un tocado, de un distinto, de quien nos consta nunca le niega un autógrafo al hincha ni una nota a la prensa, de alguien que quiere y que se sabe querido en Bahía, de un amigo de la casa.