Así fue, no hubo excusas, Olimpo recibió a ese club amigo que vino de Mar de Plata el sábado pasado en Bahía, a ese club con el que no faltan encuentros en cada pretemporada, a ese club del que es tan común ver hinchas entremezclados con los nuestros y viceversa, recibió a un equipo que en su primer temporada en la primera división del futbol argentino ya había conseguido pergaminos tales como haber bailado a Boca en la Bombonera y meterle tres goles en un rato, Olimpo recibió a ese amigo que es Aldosivi. El que parecía venir bastante bien pero que siempre que se cruza por los puntos con los bahienses sale mal herido. El Aurinegro, cual buen amigo sincero y frontal, le dijo esao es la primera división de una de las cinco principales ligas del mundo. Lo atacó de entrada, no le prestó la pelota en ningún momento del primer tiempo. Y lo presionó con todo lo que tuvo a mano para generar los errores que el visitante pago con goles.

     A los 19´ un Sapito Encina que jugó el que fue por lejos su mejor partido desde que vive en Bahía Blanca, generó un tiro libre sobre el lado derecho a metros del área mayor del visitante, él mismo ejecutó el centro que cayó al punto del penal y lo que pareció inicialmente un cabezazo de Parnisari fue un error forzado de Canever con la nuca para dejar clavado a Campodónico y mandar a sus delanteros a sacar del medio.

      Olimpo siguió siendo más en todas las líneas, con un Moiraghi impasable atrás, acompañado en la saga por Sills que ya reemplaza a Furios con clara suficiencia, mostrando a un Encina, ahora sí, parecido al muchacho que la dejaba chiquitita en Rosario, y con un Joel Acosta que si sigue así de enchufado será muy difícil de retener a fin de año. A los 40´ el hombre más incisivo que tiene Olimpo, el ex Boca Joel Acosta aprovechó un bochazo de Mansilla, le ganó en la carrera por el centro a los centrales de la visita y definió ajustado ante un Campodónico que dejó el rebote en los pies de Canever quien por segunda vez en la tarde la mandó al fondo de su propio arco.

     Con dos goles en veinte minutos todo era fiesta, y un minuto después, cuando aún gritábamos el segundo, Jony Blanco desde la lunita del área visitante le abrió la pelota a Encina que era el único compañero que no entraba en posición adelantada y fue a buscar la descarga por el medio, el sapo entendió el momento, cedió el pase al centro y Blanco la mandó a dormir al fondo del rectángulo mágico  para generar el delirio de un Carminatti a medio llenar. Así  nos fuimos al descanso con una goleada a favor que sorprendía a propios y extraños.

     El segundo tiempo estuvo de más. Olimpo pareció no querer seguirle haciendo daño a su amigo, Aldosivi no tuvo ideas y continuó con su “síndrome post Boca” (después del 3 a 0 que le propinó al xeneize perdió todos los partidos que jugó). A los 43´ del complemento, después de un buen rato de ir a quemar las naves el tiburón marplatense encontró el descuento con un buen cabezazo de León.

     Olimpo parece haber recuperado la memoria, después de un receso que se comentó exigente y competitivo y de una derrota dolorosa en cancha de Independiente. Ahora los muchachos de Osella deberán demostrarse a sí mismos que son capaces de cambiar el rumbo, y de mantener un nivel más regular que el mostrado hasta hace siete días.

     Ahora, por la 18º fecha del torneo se viene una dura visita al Fortín de Liniers. Será mañana desde las 20:30 con el arbitraje de Luis Álvarez.

     Los once iniciales que el DT dispuso para salir desde el minuto cero mañana serán los mismos que vienen de ganarle a Aldosivi: Champagne, Martínez, Sills, Moiraghi, Quiroga; Blanco, Cobo, Encina; Mansilla; Amoroso, y Acosta.

     Mañana desde las 20:30 el aurinegro tendrá la difícil tarea de mantener el momento, deberá demostrar que el error de la estadística fue la derrota en avellaneda y no la victoria en casa. Material hay y trabajo  nos consta que también. La gente acompaña, quizá no llena la cancha, pero para el lugar que ocupamos en la tabla el acompañamiento no es mezquino.

     Como las últimas cuatro veces que lo enfrentó Olimpo goleó a su amigo y éste le hizo de trampolín, esperemos que ésta no sea la excepción, y que sigan los éxitos. La versión 2015 de Vélez no es más que nosotros y éste es el camino.