Los imputados son José Antonio Zapata y su sobrino que al momento del hecho tenía 17 años. Respecto de Zapata la imputación es como “coautor del delito de homicidio calificado por alevosía, por ser cometido criminis causa, por la utilización de un arma de fuego y por haber contado con la participación de un menor". En el caso de su sobrino será juzgado también como “coautor del delito de homicidio calificado por alevosía, por ser cometido criminis causa y por la utilización de un arma de fuego”.
 
El Tribunal estará integrado por los magistrados Álvaro Meynet, Julio Sueldo y Sonia Martín. El fiscal de cámara sería el Dr. Ricardo Maggi y el abogado Diego Vázquez representa a la querella ejercida por la viuda de Parlanti. El defensor oficial Juan Pablo Piombo asiste a José Zapata y su par el Dr. Sebastián Nolivo patrocina al menor.
 
Se espera que el día 13 de octubre se convoque a prestar declaración indagatoria a los acusados y luego se escuche el testimonio de cinco personas citadas en calidad de testigos. Los días 14 y 15 también esta previsto que presten testimonio cinco personas por cada jornada; en tanto que el 16 de octubre serán los alegatos. Las audiencias darán inicio a las 9 horas.
 
El hecho criminal imputado a los acusados se habría perpetrado en la zona rural de Cinco Saltos, sobre la banquina oeste de la Ruta provincial 70, entre el acceso al basural municipal y el ingreso al camino de ripio de la cantera. En ese lugar y en un horario comprendido entre las 3 de la madrugada y las 9.30 horas, en circunstancias que Héctor Carlos Parlanti regresaba a la ciudad desde el lago habría quedado varado sobre la ruta provincial como consecuencia que su vehículo Fiat Idea Adventure sufrió la rotura de dos neumáticos, que habrían reventado por la presencia de planchuelas con punta de acero tipo “miguelitos” dispuestos sobre la ruta. Se presume que José Antonio Zapata y su sobrino menor de edad, de acuerdo a un plan previo, habrían colocado las planchuelas con el fin de producir la detención de los rodados que circulaban por el sector y de esa manera posibilitar el robo de objetos. Una vez detenido el vehículo de Parlanti y previo romper el vidrio de la puerta delantera del lado del acompañante; los acusados habrían abordado a la victima bajo amenaza y se presumen que uno de ellos habría esgrimido un arma de fuego calibre 32 que portaban sin autorización legal. De esa manera se habrían apoderado ilegítimamente de un teléfono celular, documentación personal de la víctima billetera, dinero en efectivo, dos tablas de madera de asado, dos juegos de cubiertos y un cuchillo de grandes dimensiones. En ese marco uno de los imputados le habría efectuado un disparo a la víctima en el abdomen, lo que le provocó una hemorragia interna que devino el deceso de Parlanti. La acusación indica que todo se habría desarrollado “con el fin de consumar el robo y facilitar su perpetración así como procurar su impunidad dando muerte a la única otra persona presente en el lugar del hecho aparte de ambos autores”.