Si es necesario, me encadeno a un CAINA

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Cuando escucho semejantes barbaridades, trato de hacerle a mi supra  conciencia (mis padres) y contar hasta 10mil. Pero hoy prefiero escribir enojado, haciendo caso a lo que ellos mismos me enseñaron: pelear por políticas públicas de calidad, alzar las banderas de los sectores más desprotegidos de la sociedad y denunciar anuncios electoralistas y demagógicos. Son justamente los políticos de nuestro país, las únicas personas en el mundo capaces de resistir los archivos y volver del ridículo. ¿Bajar la edad de imputabilidad sin contar con un estado capaz de contener a nuestros niños y jóvenes le suena conocido? Le recomiendo que busque en su despacho y en el archivo del Senado, y además de ese proyecto de ley, lea con detenimiento la ley 26061. Pero aunque usted piense que estas son líneas de agravio o  ataque, se equivoca, estoy aquí para aconsejarlo. No soy experto en la materia, pero evidentemente, ni usted ni sus asesores, tienen la más remota idea acerca de las problemáticas que aquejan a nuestros chicos.

Cerrar los CAINA no roza ni por la tangente la solución, de hecho se aleja en dirección opuesta. Lo que usted debe pensar es qué hicimos como adultos para que nuestros niños, niñas y adolescentes hayan llegado a la máxima situación de desprotección. Analice primero si el estado provee los recursos necesarios (políticas públicas integrales, educación de calidad, recurso humano capacitado y contenido) para el funcionamiento de los distintos Centros de ATENCION INTEGRAL A LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA. Pero le propongo que el  análisis no lo haga como político enfrentado al oficialismo rionegrino y con altas probabilidades de ser electo gobernador en poco menos de un mes, sino que lo haga como ser humano. Nuestros pibes, arrojados a las situaciones más violentas y jamás imaginadas, sin oportunidades de escucha y contención, merecen más y mejores CAINA. Mi más sincero deseo es poder escuchar de su parte que se equivocó, que no fue lo que quiso expresar. Pedir disculpas o corregirse a sí mismo, no es un acto frecuente de un político, pero es uno de los mayores actos de nobleza del hombre.

Pierda cuidado que no me fui ablandando a medida que iba escribiendo, solo que pese a estar indignado, voy a darle otra oportunidad, porque se me vienen a la mente los miles de niños, niñas y adolescentes en situación de calle y vulnerabilidad social que he conocido desde el 13 de abril de 2009 a esta parte. Precisamente son ellos los que nos piden otra oportunidad a nosotros. Si quiere aprender sobre niñez y adolescencia o sobre el funcionamiento de un CAINA, usted sabrá que hacer, los que le ponemos el pecho a estas instituciones, no vivimos debajo de las piedras y podemos enseñarle qué se hace, cómo, cuándo, y sobre todo con quién.

Ni se le ocurra cerrar uno solo de los CAINA, porque se ganará un enemigo, intrascendente quizá para usted, pero capaz de dejar la vida por la causa.

Gastón Gutiérrez

DNI 33530615

CAINA, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

gaston_viedma@hotmail.com

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