Siempre fuimos críticos de los fatalistas, jamás pediremos la cabeza de nadie y ni aun hoy lo hacemos. Lo que sí exigimos es autocritica, en este nivel de excelencia en que compite nuestro club. Exigimos que alguien diga “le estamos errando” y rompa los moldes, no es mucho pedir. Olimpo no sólo no ganó en lo que va del torneo, tampoco lo hizo en la Copa Argentina, sino que además siempre jugó con la misma formación, ese amarrete 4-4-2 donde los extremos son un cuatro adelantado y un enganche con 10 kilos de más que siempre se la pasa a los volantes centrales. Eso molesta, no que erren, sino que nos digan que no están errando.

     En los últimos 7 días Olimpo le agrego 2 manchas más al tigre.

     Primero perdió con un Colón recién ascendido que no tiene nada de aquel Colon de hace unos años que insinuaba a menudo que pelearía campeonatos que luego abandonaba allá por la fecha doce vaya uno a saber porque; perdió como acostumbra a perder ahora, sin patear al arco, y eso duele, al hincha le duele porque se siente estafado.

     Y después para que los que intentábamos aguantar la situación nos viéramos obligados a no defender más lo indefendible, el aurinegro perdió antes de ayer en la cancha de Sarmiento de Junín contra Atlanta, quedando eliminado de la Copa Argentina; sí, contra un equipo que milita dos categorías por debajo suyo en los torneos regulares de AFA; inicialmente empató 1 a 1, de a ratos pasándola mal, y así llegó a los penales que sellaron el principio y fin de una participación en la Copa que duró escasos 90 minutos.

     De los dos cachetazos seguramente duele más el que nos propinó Colon. El gol de Romero hace una semana allá por los 15 minutos del segundo tiempo en Santa Fe, fue un golpe para irse a la lona.

      Y si de opinar se trata, a lo atónitos que nos había dejado el gol, hay que sumar el desconcierto que sentimos cuando otros comentaristas partidarios como nosotros comenzaron a manifestar por todas las redes sociales que encontraron a mano, una crítica desmesurada contra la defensa aurinegra; para nosotros claramente lo único bueno, creemos que realmente bueno, que tiene este plantel (siempre considerando a Champagne incluido).

      Las estadísticas pueden distorsionar realidades si el análisis incluye uno o dos partidos; pero acá son indiscutibles, Olimpo venía de tres partidos consecutivos empatados en cero y con los Sabaleros perdió 1 a 0. La defensa de Olimpo es a las claras lo único que evita que el papelón actual sea catastrófico, el aurinegro, hoy tiene 8 goles en contra y River peleando el campeonato tiene 11 tantos recibidos en su arco; lo vamos a decir una vez más, pero sólo una, porque tampoco queremos aburrir al lector que nos sigue cada viernes, el problema de Olimpo (además de la mezquindad con la que Perazzo viene planteando los partidos) es indudablemente que “no le hace un gol a nadie”, que los delanteros no debutaron en la red y ya está bien entrado el cuarto mes del año. Esta es nuestra verdad, la que las estadísticas que tanto respetamos no dejan de reflejar, por más parcialidad que otros le quieran poner al análisis.

     Por la novena fecha del duro torneo que venimos jugando, pasado mañana Olimpo recibirá a Defensa y Justicia en Bahía. Será el domingo desde las 16hs y con el arbitraje del internacional Sergio Pezzotta.

     El presidente del club Alfredo Dagna manifestó ayer que fueron los propios jugadores los que le pidieron “una oportunidad más para Perazzo”, y Walter la tendrá, casi con seguridad alistará en lo que es su última carta a estos 11 iniciales: Champagne, Martínez, Furios, Moiraghi, Villanueva; Encina, Cobo, Vidal, Mansilla; y arriba Klusener y Joel Amoroso.

    Según trascendió, de ganar, el DT obtendrá un crédito para dirigir por tres paridos más y ver que cambia.

     Para nosotros el tiempo de cambiar ya empezó y ya se está agotando, cambiar de formación, de esquema, de nombres, cambiar algo, y si no se cambia de la línea de cal para adentro que se cambie de la línea de cal para afuera, pero no cambiar con este presente es de necios.

     Con todo en contra, esperemos que el domingo se pueda ganar, no para continuar la agonía, sino para que el fin de ciclo que ya es un hecho se sentencie con alguna sonrisa, y que el hincha encuentre las ganas de recordar a Perazzo como el que logró el cuarto ascenso y lo dejó en primera, y no como el que lo condeno a algo que preferimos ni nombrar.