En este sentido, la Dra. Catterino, Jefa de Servicio de  Pediatría, del Hospital Dr. Pedro Ecay de Carmen de Patagones explicó que “la guardia atiende unos diez casos de gastroenteritis por día y en su gran mayoría son virales, y no necesitan antibióticos pero sí, los padres deben prestar mucha atención a que el niño no se deshidrate”.

En ese sentido la pediatra aseguró que “es necesario que toda la familia realice el lavado de manos con agua y jabón, tirar lavandina en sanitarios y controlar que el niño tenga llanto con lágrimas, la lengua húmeda y que no aparezca sangre en la materia fecal”. Asimismo explicó que “ante cualquier duda deben consultar con un médico y siempre que el niño tenga vómitos o diarrea  deben consumir agua fría hervida y sales de rehidratación oral”.

A su vez, destacó que  “Si aparece sangre en la materia fecal deben recurrir al hospital para que se le tomen muestras de laboratorio”. Al respecto dijo que “en algunos casos especiales por determinadas bacterias como la salmonella, la gastroenteritis tiene un tratamiento especial”. A su vez, recordó que “los padres deben tener mucha paciencia porque no es una enfermedad que se medica ni para evitar los vómitos ni para cortar la diarrea”

Por último resaltó que “en caso de fiebre, superior a 38º se recomienda consultar al médico quien podrá indicar anti térmicos. En cuanto a la alimentación se debe realizar una dieta evitando los azúcares”.

La vía principal de transmisión de la gastroenteritis es la fecal-oral, a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados y contacto con superficies contaminadas. El virus es estable en el ambiente y se elimina durante aproximadamente 1 semana por materia fecal.

Los síntomas más comunes son la diarrea y vómitos que varían de persona a persona. Las deposiciones generalmente son líquidas, 5 a 10 por día, sin sangre. Los casos graves son causa de deshidratación con riesgo de internación y complicaciones si no se atiende e hidrata rápidamente al niño.

Para prevenir o restringir el contagio se debe lavar las manos después de usar el inodoro, después de ayudar a un niño a usar el cuarto de baño y después de cambiar pañales; antes y después de preparar, servir y consumir alimentos; al tiempo que se deben desinfectar diariamente juguetes, cuartos de baño y superficies donde se preparan los alimentos usando lavandina recién diluida al 10% (1 parte de lavandina y 9 partes de agua).

Además, los pacientes con síntomas no deben concurrir a la escuela, jardines, trabajo para evitar la diseminación, debiéndose insistir en la importancia de la consulta precoz ante la aparición de síntomas.

Asimismo, no es necesario dar ningún tipo de medicación. La mayoría de las diarreas evolucionan bien sin fármacos.