Este histórico hecho fue el punto de inflexión para terminar con la prepotencia, el miedo y la represión y permitir la entrada a la vigencia de los derechos humanos en un país que fue devastado por un grupo que, creyéndose iluminado, conculcó el derecho a la vida.
Recordó que la figura de Alfonsín está indisolublemente ligada a la refundación de la democracia y al recitar en aquel entonces el preámbulo de la Constitución Nacional, nos señalaba la absoluta necesidad de apegarnos a la carta magna.
Dijo como no recordar sin emocionarnos aquel rezo laico que nos convocaba a la tolerancia, a la igualdad, a la solidaridad y a la paz, tantas veces repetido.
Como no recordar aquel “Vamos a constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”. Era el mensaje que nos acobijaba a todos y nos marcó el camino de construcción de un nuevo país.
22 octubre 2019
Interés General