Nadina Díaz realizo la recorrida en forma conjunta con el Juez  Juan Pablo Chirinos y fueron acompañados por  la secretaria del juzgado María Gadano y asesores del órgano de control.

En la ocasión los funcionarios constataron que la capacidad continúa sobrepasada, ya que el máximo previsto es de 250 internos y en la actualidad, entre condenados y procesados  el número asciende a 350, incluyendo los que son derivados al “Maruchito” que se encuentran en estado de semi-libertad.

Es decir que puede advertirse una sobrepoblación del 50%. Un hecho que llamo la atención es que los procesados, unos 90, conviven  con los condenados, significando esto una falta grave.

Con respecto a las condiciones edilicias, el centro de detención presenta graves deficiencias, hay que destacar que los pabellones 7 y 8 se encuentran clausurados desde hace 6 años  y el pasillo que lleva a estos está siendo utilizado como pabellón.

Las conexiones de gas y luz, también se encuentran en  mal estado, advirtiéndose  que son trasladadas por conductos  a la vista. En otros sectores  se observan cañerías de metal, sostenidas a la pared con grampas o planchuelas, todo del lado externo y al alcance de la mano. Estos elementos suelen ser utilizados por los internos para fabricar “facas”, que son elementos cortantes con los que pueden atacar a los celadores o a otros internos.

El pabellón número 6 tiene serios problemas en los sanitarios, los que han sido clausurados  y se observan las salidas a las cloacas sin las tapas.

En el ala sur, se encuentra clausurada la celda número 8 con motivo de la reciente fuga  y se puede observar el trabajo que se ha realizado para tapar el túnel que fue utilizado por los reclusos. Con respecto a este tema se ha informado a las autoridades, que el terreno sobre el cual está construida la cárcel es blando  y que superado algunos metros el material puede removerse y extraerse con suma facilidad.

El  patio interno se encuentra en situación de abandono, con malezas y yuyos, y también se advierte falta de limpieza en los pabellones.

Con respecto al personal, el penal cuenta con 188 operarios, de los cuales 19 se encuentran sin asistir a sus tareas, por diferentes razones. En los pabellones, hay un celador cada 50 internos, cuando debe haber uno cada 20 aproximadamente.

El equipamiento de seguridad  también es deficiente, ya que las distintas garitas de vigilancia no tienen comunicación interna entre sí, los guardias no cuentan con equipos  necesarios y elementales.

Como positivo de la recorrida realizada por Nadina Díaz y el juez Juan Pablo Chirinos, se destaca que a partir de presentaciones judiciales, ha mejorado la asistencia del equipo médico,  integrado por  una psicóloga, un psiquiatra, dos médicos clínicos,  un odontólogo y tres enfermeros.

El aspecto educativo también puede considerarse positivo. Los internos cuentan con la posibilidad de cursar estudios primarios y secundarios, concurriendo en la actualidad unos 60 alumnos.  Este sistema opera no solo como herramienta educativa  y de capacitación, sino también como contención sicológica. El programa educativo, está coordinado con el resto de las cárceles, para otorgar continuidad en caso de traslados.

Al finalizar la recorrida, la Defensora del Pueblo manifestó que “es bueno que algunos aspectos hayan sido mejorados, pero las cuestiones de fondo, como la superpoblación, problemas edilicios estructurales, falta de limpieza, debilidad en la  seguridad que provoca fugas masivas, carencia de personal y elementos de seguridad  persisten y son graves.

Estas son cuestiones elementales que ya deberían haber sido solucionadas hace tiempo y por las que vamos a seguir trabajando de forma conjunta con la justicia”